Sin duda constituye un hecho histórico el que una mujer se convierta en la primera presidenta de Chile. Partiendo por ahí, ya podemos hablar de un "cambio". Pero en cuanto a la gestión y a las transformaciones que puede llevar adelante Bachelet, surgen inmediatamente las dudas.

La presidenta electa representa a un conglomerado de partidos políticos que han administrado un modelo económico neoliberal que es sindicado como la causa y raíz de los graves problemas que viven las personas. Se trata de un sistema que permite que un grupo de empresas concentre todo el poder económico y las ganancias, sin importar las condiciones de trabajo y la dignidad de la gente.

La ex ministra ha prometido nombrar un ministro o ministra del medio ambiente, pero eso podría ser más de lo mismo si no se cambian las políticas ambientales que actualmente han permitido que las empresas destruyan el medio ambiente y dañen la salud de los ciudadanos.

Si no se impulsan transformaciones profundas a este modelo, los problemas van a continuar.

A juzgar por la importante votación obtenida por Bachelet en nuestro puerto (65%), la gente parece tener todavía una esperanza. Y ya son 16 años en que la gente ha vivido de esperanzas...