Con el conflicto estudiantil en Tocopilla se traspasó una barrera que demostró que es posible organizarse y presionar a las autoridades. Hoy ya no existe temor a movilizarse e, incluso, tomarse un colegio o liceo.

Para nadie es novedad que la educación es de mala calidad. Lo que corresponde ahora es exigir soluciones. Y los estudiantes parecen estar dispuestos a lo que sea necesario para hacerse escuchar.

Así quedó demostrado con la toma de la escuela F-6 en la que los alumnos denunciaron deficiencias de alimentación e higiene.

También se informó en estos días del intento de "toma" de otras escuelas básicas como la Nº 7 y la Gabriela Mistral.

Es tanto el temor que la directora del Colegio Sagrada Familia (COSAFA) habría instalado alambres de púas en los accesos de su establecimiento.