¿Cuál es su relación con el gobernador Jorge Peralta?
A mí nunca me ha gustado decirlo, pero como ya va a salir este caballero… Debo decir que el señor Jorge Peralta tiene su trabajo gracias a una gestión que yo, Wilfredo Castro, llevé a cabo. Pero contando, obviamente, con el poyo de la población de Tocopilla.

¿Usted gestionó que Jorge Peralta fuera designado gobernador?
Justamente. Fue una idea mía. Porque yo lo quería como Intendente regional, pero necesitaba la persona y Don Carlos Araya me lo presentó. Entonces le propusimos a Peralta nominarlo ante el presidente como Intendente y él aceptó. Yo hice una carta y él la aceptó sin ninguna modificación. Y comenzamos de inmediato a recoger firmas de apoyo en sindicatos, juntas de vecinos y otros pobladores. Pero no encontrábamos el número de fax privado del presidente Lagos. Finalmente Peralta encuentra el fax y lo enviamos. A los dos o tres días llaman a Peralta diciéndole que lamentablemente la nominación llegó tarde, porque ya se había designado a Dulanto como Intendente.

¿Y qué pasa después?
Un día viernes me llama Peralta y me dice que yo voy a ser la primera persona en saber que le van a dar la investidura de Gobernador de Tocopilla. Yo le pregunto si ese anuncio se debe a las gestiones que realizamos nosotros para apoyarlo y él me dice: ‘Obviamente que sí’. Lo felicité y le deseé suerte. Al otro día nos pusimos a escuchar Radio Continente y Luis Torres estaba entrevistando a Jorge Peralta y hacen un contacto a Santiago con Waldo Mora. Y Waldo Mora le dijo: “¡Jorge, no sabes cuánto me costó que tú fueras el gobernador de Tocopilla!”.

¿Mora se atribuyó haber nombrado a Peralta?
Obviamente. Nosotros lo dejamos pasar. Pero lo peor es que el señor Peralta podría haberle dicho a Waldo que eso no era así y que a él lo había pedido un grupo de personas. Una vez que llegó Peralta a Tocopilla yo le pedí que la gobernación no se transformara en una nueva secretaría de la Democracia Cristiana y se lo dije por la experiencia vista. Y me dijo que perdiera cuidado, que no me preocupara. Y también le pedí que me dejara participar en la elaboración de proyectos para Tocopilla. Hay tantas ideas, tales como la construcción de un Espigón de Atraque y la integración con los países vecinos; la recuperación del borde costero del sector de la Minera y tantas otras ideas de desarrollo. Yo no necesitaba ni necesito trabajo, yo ya estoy retirado, pero quería colaborar y aportar.

¿Y pudo colaborar con la gobernación?
El señor Peralta no lo entendió y jamás me llamó y jamás me dio las gracias. Hoy está terminando su gestión y ha tenido un mal comportamiento en cuanto a la situación ambiental, lo que tiene a la gente muy afectada con enfermedades. Con asma, con afecciones bronquiales, cánceres, enfermedades a la próstata. Y todo esto, gracias a la no comprensión de un pueblo que sufre y a la comprensión hacia una empresa en la cual él prestó servicios durante 28 años. Y me arrepiento mucho de haber participado en la designación del señor Peralta. Jamás estaré conforme conmigo. Yo no le encuentro al señor Peralta ninguna capacidad política o para realizar gestiones. No tiene ideas. Sólo realiza atenciones domésticas y para salvar situaciones fáciles. Y lo que Tocopilla necesita es calidad en las personas y gente que sepa llevar a cabo proyectos.

¿Qué esperaras del futuro gobernador de Tocopilla?
El gobernador está cumpliendo su periodo ya. Ojalá tengamos un gobernador que luche por Tocopilla. Yo siempre fui de la Unidad Popular y luego pasé a la Concertación. Pero seis meses atrás me retiré de la Concertación. Me sentí engañado. Yo conocí a Allende y sus preceptos no se están cumpliendo y han sido traicionados. Con Allende nos paseamos por Chuquicamata, conversamos. Con Fidel Castro me he tomado un trago a brazo cruzado por tener el mismo apellido. Cualquier político aquí no tiene esa experiencia. Pero aquí en Tocopilla hemos sido engañados. Porque no nos basta una mejilla, ponemos la otra mejilla y nos faltan otras seis para poner para que nos sigan pegando. Nos engañan con promesas y con situaciones que jamás se han cumplido.

¿Usted concurrió una vez a la gobernación a solicitarle la renuncia al gobernador?
Yo no tenía pensado hablar esto. A mí me duele, no por mi parte, sino por la familia del señor gobernador. Yo me enteré de varias situaciones y fui a la gobernación a decirle que renunciara en forma digna, porque estaba viendo que él podía ser reemplazado de su puesto por situaciones no muy normales. Pero yo no se lo dije con un grado de ensañamiento, porque eso no está en mí. Pero Peralta no quiso renunciar y ojalá que el rumbo de su vida cambie, como todos deseamos cambiar las cosas malas. Nadie es perfecto en la vida.