Según la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, a los concejales les corresponde la función de fiscalizar las actuaciones del alcalde y las acciones de los servicios y unidades; controlar el cumplimiento de los planes, pronunciarse sobre las decisiones del alcalde, recomendar proyectos, etc., etc.
Sin embargo, desde que asumieron en diciembre de 2004, los concejales tocopillanos en realidad han cumplido funciones propias de un circo.
Esto quedó en evidencia el pasado 15 de mayo cuando un concejo municipal convocado de urgencia por el alcalde, terminó en escándalo.
La reunión tenía como objetivo aprobar un acuerdo para agilizar el tema del traspaso de los terrenos de la cancha Magallanes de la Liga Deportiva Vecinal y la construcción del Complejo Deportivo Latrille. En la cita quedó en evidencia el retraso en las gestiones en torno a este tema, pero nadie sospechaba el show en el que se transformaría el encuentro.
El concejal Hugo Herrera acostumbra a cuestionar al alcalde y a alzar la voz en los concejos, pero esta vez fue más allá. Empezó a decir que “hacen lo que quieren con los concejales”, al tiempo que trataba de desleales a sus colegas.
La discusión subió de tono y Herrera comenzó a gritar chuchadas. De tanto hablar leseras se le enredó la lengua y casi no se le entendía lo que pronunciaba.
El concejal Óscar Quiroga le pedía a Herrera que se tranquilizara.
“Cálmate Hugo, cálmate…”, decía.
Pero el concejal socialista seguía tirándole mierda a todos los que lo rodeaban.
Jorge Pérez ya se había escabullido y se salvó de este nuevo show. Erna Delgado también trataba de calmar al rabioso Herrera.
Repentinamente intervino Ernesto Troncoso, concejal, alguacil y director de radio Makarena:
“Todo el tiempo tenemos que aguantarte tus rabietas”, señaló el pericote.
Herrera seguía desenfrenado.
“Yo no te tengo miedo”, agregó Troncoso.
“Vamos para afuera, salgamos de la muni”, replicó Herrera.
En las afueras del salón de honor siguió la ridícula performance. Eran tantos los gritos que varios funcionarios municipales salieron de sus oficinas a sapear el espectáculo. Incluso subieron desde el primer piso al oír los alaridos de Herrera.
Mientras, el colérico Herrera seguía amenazando a Troncoso y le decía “te voy a esperar afuera”.
Los testigos recuerdan que en medio de los gritos e intimidaciones la concejala Erna Delgado lloriqueaba y hacía pucheros. La señora estaba asustada.
Finalmente se calmaron los ánimos y cada cual partió a su casa.
Según cercanos a Herrera, este habría dicho que le iba a pegar a todos los concejales, “menos a Oscar Quiroga”.
Todo un show. Uno más en la larga lista de fiascos que acumulan los payasos del concejo municipal, presididos siempre por el payaso número uno, Luis Moyano y secundados por el otro payaso que se dice socialista.
Ahora sabemos por qué no hay avances ni debate en los concejos: porque estos espacios se transforman en un show de cagüines, chuchadas, peleas y rabietas infantiles.