EMPRESA PRETENDÍA EXTRAER AGUA EN ZONA DE PAMPA COLORADA, SECANDO LOS MANANTIALES Y DAÑANDO GRAVEMENTE EL ECOSISTEMA Y LA CULTURA INDÍGENA

La Comisión Regional del Medio Ambiente (Corema) rechazó el plan que pretendía extraer aguas subterráneas al interior del Salar de Atacama equivalente a 648 millones de metros cúbicos por 20 años para abastecer a la mina.
Los antecedentes fueron estudiados en detalle por el organismo calificador, llegando a la conclusión de que los ecosistemas y la vida de las comunidades atacameñas se verían seriamente afectadas por este proyecto de la gigante minera Escondida.
"Mil 27 litros por segundo es una brutalidad, nos secarían, nos llevarían a la extinción, entonces estamos súper felices con esta votación, o sea unanimidad, lo encuentro increíble", declaró la abogada Marisol López a Canal 13.

En los días previos, las comunidades indígenas realizaron diversas manifestaciones.

El presidente del Consejo de Poblados Atacameños, Wilson Galleguillos, manifestó que el rechazo de los comuneros indígenas se debe principalmente a que el proyecto atenta contra gran parte de la flora y fauna nativa de la zona.

“Como pueblos atacameños no queremos que se afecten nuestros recursos naturales que para nosotros no tienen un fin mercantil, sino más bien van en beneficio de la sustentabilidad del lugar y las propias comunidades”, enfatizó Galleguillos.

LO QUE VIENE

La empresa Escondida no se quedará tranquila ante este revés y ha anunciado la posibilidad de presentar un Recurso a nivel nacional para reponer el proyecto de extracción. Ojalá la autoridad no siga metiendo las patas y dándole la espalda a la gente. De lo contrario, las movilizaciones podrían extenderse, como ya han anunciado las organizaciones convocantes.

GEISERS

En tanto, una protesta en la Corte de Apelaciones realizó el Consejo Atacameño contra la construcción de una planta geotérmica en las cercanías de los Geisers del Tatio.
Los manifestantes aseguran tener pruebas indesmentibles de que el proyecto geotérmico violó los plazos establecidos, pues ya se estarían realizando excavaciones sin estar aún concluido el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Esto gatilló que interpusieran un recurso de protección para detener el proyecto.
"En primer lugar se está vulnerando el derecho a participación ciudadana de las personas, y además se está afectando el derecho medioambiental, se está afectando la fauna", aclaró Marisol López, abogada de la mesa de trabajo por el Medioambiente de Atacama.
"Nosotros vamos a llegar hasta las últimas consecuencias y es más, nosotros la semana pasada colocamos en la OEA, en la Comisión de Derechos Humanos, un recurso para parar en forma definitiva este proyecto", indicó el vocero del Consejo de Pueblos Atacameños, Wilson Galleguillos.
El objetivo final del movimiento es que la planta definitivamente no se construya y se busquen otras alternativas de generación de energía que sean limpias y de menor impacto geográfico y social, argumentando que hay opciones viables.