Esto de vivir en Tocopilla siempre ha significado ser ignorados, postergados y mirados en menos en todo, no tengo idea por qué. Le he hecho un seguimiento a este acontecimiento sísmico y en muchas páginas el lugar del terremoto figura la ciudad de Antofagasta y parte de la primera región. Somos nosotros los que fuimos azotados por el sismo, no las otras ciudades.
¿Hasta cuándo mierda Chile, en concreto Santiago, nos niegan?

A TODA LA COMUNIDAD DE TOCOPILLA...
DESDE VALPARAÍSO, LES HAGO LLEGAR ESTO CON MUCHO CARIÑO. RECIBAN MI MÁS PROFUNDO SENTIR POR LO OCURRIDO EN ESE MARAVILLOSO LUGAR...DONDE EN SEPTIEMBRE PUDE DISFRUTAR MUCHO DE VUESTROS RINCONES... EN LA QUE MI PADRE ME MOSTRÓ LA CIUDAD Y SUS ENCANTOS. EN LA QUE CON MI FAMILIA DISFRUTAMOS... PASO A PASO.Y PUEDO DECIR QUE ME CUESTA CREER LO OCURRIDO EN ESTA CIUDAD Y ME CUESTA OLVIDAR LO QUE HE VISTO POR LOS MEDIOS DE PRENSA.AUN TENGO EN MI RETINA CADA LUGAR RECORRIDO, LA IGLESIA, LA VIA FERREA, LA PLAYA, LA PIEDRA DEL CAMELLO, LAS INMENSAS CHIMENEAS DE ANDINA, LOS CERROS, EL TREN QUE A LO LEJOS CONTEMPLABA CON SUS CARRITOS CON SU TIPICO SONIDO DE CHUCU CHUCU....HOY LA CIUDAD DE TOCOPILLA DESPUÉS DE HABER SIDO AZOTADA POR LAS FUERZAS NATURALES... DESEANDO QUE NO OCURRAN MAS COSAS Y POR SOBRE TODO PÉRDIDAS HUMANAS, ANTE TODO COMUNICARLE A LA GENTE TOCOPILLANA QUE TODO UN CHILE ESTÁ PREOCUPADO POR LA SITUACIÓN ACTUAL.... HAGAN LLEGAR LA TRANQUILIDAD Y SERENIDAD A SUS FAMILIAS Y SERES QUERIDOS...ESPERO ALGUNA VEZ DISFRUTAR DE ESTA IMAGEN... DE UNA CIUDAD QUE REPUNTARA NUEVAMENTE... Y NO OLVIDAR QUE LAS COSAS SE CONSTRUYEN DE A POCO... Y NO DE UN DIA PARA OTRO...DESDE VALPARAÍSO A LA CIUDAD QUE ME ACOGIÓ ALGÚN DIA...
A TODA LA COMUNIDAD DESEO QUE TENGAN MUCHA FUERZA Y PACIENCIA...!!!!
ATENTAMENTE
GABRIEL VERA DESDE VALPARAÍSO...

Es muy distinto ver una catástrofe por televisión, que llegar al terreno afectado y palpar en la piel el sufrimiento ajeno. A Santiago tan sólo llegaban las imágenes de Antofagasta y Copiapó en un principio, dejando ver a la gente sumida en un pánico comprensible a causa del terremoto; pero no se sabía casi nada de Tocopilla.
Después de angustiantes horas, por televisión, pude ver las primeras imágenes del puerto tocopillano; una ciudad enterrada bajo los escombros del voraz ataque telúrico, los niños pequeños corriendo de un lado a otro tomando fuertemente la mano de sus madres, las familias armando frente a sus casas- o en cualquier superficie disponible y segura- sus improvisadas carpas para pernoctar, temerosos por las réplicas que ahora tengo el honor- y el temor- de vivir in situ, mas en el momento en que el temblor azotó a Tocopilla; sólo pude informarme como el resto: esperando los reportajes de los noticiarios.
Las imágenes jamás las olvidaré, y a pesar de la pena que me invadió, fue más fuerte el sentir algo que, bajo esas circunstancias; quizás rara vez alguien sienta: orgullo. Recordar a las personas, con su mirada sencilla, con sus palabras honestas mientras respondían a las preguntas periodísticas me impactó. No exigían ayuda, no mendigaban asistencia para los suministros básicos, no extorsionaban a las autoridades usando su dolor como arma; tan sólo sacaban entereza oculta desde lo más hondo de su desesperanza y eran capaces de declarar: “No queda más que seguir adelante, esto no es el fin”. Esas palabras, con casas completamente destruidas como telón de fondo, provocaron en mí una admiración jamás sentida. ¡A pesar de todo lo ocurrido, esas personas tan sólo querían seguir con sus vidas!. De esas cosas, de esas gentes nuestro país debería estar orgulloso. Con humildad pidiendo que los socorran, sin dobles estándares, sin querer perder su orgullo, pero dando la mayor lección de ímpetu y optimismo después de perder sus moradas… ¿No deberían ser incluidos esos tocopillanos, esa gente criada en el alero del incesante calor en las listas de los grandes chilenos?, porque pienso que, no hay guerra, no hay acuerdo ni reforma, ni discurso siquiera que hable mejor de la sangre nortina luchadora que forma parte de nuestra idiosincrasia como país. Porque el deseo de seguir adelante que está demostrando Tocopilla, debería instarnos a todos a mirar a quienes han sufrido esta inesperada inclemencia natural y pensar- y por qué no decir-: Ellos son el orgullo de Chile.
Fernanda Solís Núñez.
RUT: 16.211.495-6.