DOS PERSONAJES SE ATRIBUYEN HABER LOGRADO QUE PERALTA FUERA GOBERNADOR. UNA EX CONCEJALA LE RECOMENDABA DEJAR DE SER TAN “MUJERIEGO” Y EL ACTUAL ALCALDE QUERÍA “CAGARLO”. AQUÍ, LOS EPISODIOS MÁS DESTACADOS DE SU GESTIÓN, INCLUIDAS LAS METIDAS DE PATAS.

Por Fernando San Román B.

Jorge Peralta llegó a la gobernación el 11 de marzo del año 2000 al asumir el presidente “socio-listo” Ricardo Lagos.
El nombramiento de Peralta se lo atribuyen el derrotado diputado Waldo Mora y el ambientalista Wilfredo Castro. Este último señaló en nuestra anterior edición que se arrepiente de haber participado en la designación de la autoridad provincial.
Dentro de una semana el gobernador abandona su cargo y sus cercanos señalan que “el chico no es tan malo como lo pintan” y aseguran que “igual hizo gestiones a favor de Tocopilla”.
La ciudadanía opina lo contrario.

De todos modos, el chico es pintoresco y en esta crónica repasamos algunos episodios de su gestión.

LOS TEMORES DE LA CONCEJALA Y LA REMOCIÓN

En una conversación que tuve con una ex concejala DC hace aproximadamente dos años, me decía que al asumir Peralta, ella personalmente le solicitó a su camarada que cambiara su actitud de “mujeriego” para no desprestigiar a la gobernación y a la Democracia Cristiana. Tal parece que Jorge no hace caso a los consejos de sus conocidos.
Un año y nueve meses alcanzó a permanecer Peralta en su puesto. A fines de 2001, el gobierno lo removió repentinamente. De inmediato, gran parte de la comunidad salió en su defensa (a diferencia de lo ocurrido este año en que la jefa de los programas de empleo de la gobernación ejerció presiones y mandó a las trabajadoras a reunir firmas de apoyo a Peralta y a manifestar su respaldó a través de La Prensa).
Luis Moyano –en ese entonces concejal- inició una campaña para recolectar firmas. Recuerdo que mis papás y yo firmamos (yo tenía sólo 16 años). En su primer periodo, la gente le tenía más respeto a Peralta.
Fue tal el escándalo que, incluso, algunos pobladores amenazaron con realizar protestas si removían a la autoridad:
“El presidente de la Asociación Minera de Tocopilla, Julio Tapia, aseguró que los integrantes de esa entidad están dispuestos a enterrarse en un pique si no se mantiene en el cargo al gobernador Jorge Peralta (DC), que fue removido por una decisión del Gobierno”, publicaba La Prensa de Tocopilla el 29 de diciembre de 2001.
Así describió La Prensa de Tocopilla del 31 de diciembre de 2001 la vendida de pomada de Moyano:
“El concejal Luis Moyano (DC) también ha apoyado de manera rotunda a Peralta, ya que a su juicio hizo una buena gestión en los casi dos años en que estuvo en el cargo.
‘Yo considero que debemos manifestar nuestro respaldo a Jorge. Por esto, mañana trataré de contactarme con el subsecretario del Interior para manifestarle lo que ocurre en Tocopilla’, dijo”.
Es más, tres mujeres se encadenaron en el frontis de la gobernación. Se trató de las pobladoras Rita Cortés, Yolanda Díaz y Herminia Díaz, una de las cuales fue detenida.
Hoy Peralta no calienta a nadie. A la gran mayoría le da lo mismo que se vaya.
Tras la salida de Jorge Peralta, el 3 de enero de 2002 asumió el cargo Christian Castro (también DC), quien pasó demasiado “piola” y no logró ganarse ni siquiera un mínimo apoyo de la comunidad. Castro terminó renunciando en julio de 2002, tras 6 meses sin pena ni gloria.
Entonces asumió como subrogante Patricio Tapia (actual concejal DC).

EL REGRESO DEL CHICO Y LOS “DESQUICIADOS ECOLÓGICOS”

Pero el destino (en realidad el gobierno) quiso que Jorge regresara a la gobernación provincial. El 30 de septiembre de 2002 el chico retomó sus funciones y antes de dos meses ya estaba metiendo las patas al abrir la boca y descalificar a los defensores del medio ambiente.
"No estoy dispuesto a aceptar que desquiciados ecológicos vengan a ensuciarnos la mentalidad", señaló el 14 de noviembre de 2002 a través de La Prensa de Tocopilla.
Y agregó que “están envenenado la mente de los tocopillanos” con denuncias de contaminación.
"Hay quienes dicen que esta es la ciudad más contaminada del mundo. Con eso, ¿quién nos va a venir a ver? ¿Quién va a hacer turismo? ¿Cómo vamos a decirle a la gente que venga si los mismos tocopillanos dicen que esto se encuentra sucio?"
Este ataque a quienes defienden y denuncian los graves problemas de contaminación que todavía afectan al puerto le valió duras críticas.
Pag. 6En la oportunidad, Erna Delgado, del Comité de Defensa del Medio Ambiente, atribuyó las declaraciones del gobernador a que “él trabajó veintitantos años en la empresa (Electroandina)”, agregando que “cuando anteriormente fue gobernador y se votó el tema del petcoke, debió inhabilitarse por ética, pues si tengo un respeto por donde yo trabajé, debo restarme a una votación así; pero él no lo hizo" (tomado de La Prensa de Tocopilla del 16 de noviembre).
América Rojas, Relacionadora Pública del Comité de Defensa, también criticó en esa época las afirmaciones de Peralta y señaló al diario local que “él no tiene claro lo que está pasando con el medioambiente, lo conoce muy poco o tiene intereses".
Agregó que los ataques de Peralta le provocaban risas.
Wilfredo Castro –que partió como amigo de Jorge- también respondió a la autoridad provincial a través de La Prensa:
“Peralta desea que las empresas contaminantes continúen usando para sus intereses económicos esas escorias que enferman sistemáticamente a las guaguas y adultos mayores”, dijo.
Agregó que "es conocido que las empresas a las que pretende apoyar son poseedoras de un organigrama ejecutivo de alto nivel profesional, por lo que muy bien ellos pueden defender sus intereses económicos".

YA NADA ES IGUAL

Tras asumir su segundo periodo en la gobernación, ya nada fue igual para Jorge Peralta. Poco a poco perdió el respaldo popular que tuvo en sus comienzos.
A mediados de 2003 Peralta manifestó su intención de postularse a alcalde en las elecciones municipales de octubre de 2004. Sin embargo, a fines de ese año debió enfrentar graves acusaciones que lo vincularon a conductas sexuales reñidas por la ley.
Hoy sorprende ver a Jorge Peralta casi de la mano con el alcalde Luis Moyano.
Tal parece que Moyano se olvida que a fines de 2003 él fue uno de los testigos e informantes que aportó datos y contactos que fueron parte de un reportaje que denunció las conductas del gobernador.
“Hay que cagar a Peralta y sacarlo de ahí”, decía el entonces concejal y actual alcalde.
Este caso se prolongó hasta mayo de 2004 y terminó en un juicio tras la querella que presentó Jorge Peralta por calumnias e injurias en contra de mi persona, causa en la que fui absuelto.
En la oportunidad, el ex alcalde Aleksander Kúrtovic entregó su testimonio señalando que él quedó de acuerdo con el diputado Waldo Mora y con un dirigente de los trabajadores para recibir a mediados de 2003 a una menor embarazada que iba a denunciar el abuso sexual del que había sido objeto por parte de una autoridad.
“Esa reunión se pudo producir, pero por la inasistencia del diputado Mora no se realizó”, sentenció Kúrtovic en la oportunidad.
Desprestigiado y cuestionado, las aspiraciones políticas de Jorge Peralta se fueron a pique y debió conformarse con mantenerse en el cargo de gobernador, olvidándose de cualquier posibilidad de postular a alcalde.

CHAO CHICO

Durante las elecciones de octubre de 2004, dirigentes radicales y del PPD aseguran que Jorge Peralta no apoyó al ex alcalde Kúrtovic, quien se presentó a la reelección. Las fuentes señalan que Peralta apoyó en las sombras a Moyano, su antiguo camarada.
Incluso, hay quienes aseguran que el gober dijo en más de una ocasión que no había que votar por Kúrtovic.
Ya no le queda mucho tiempo al chico. Los pobladores recordarán sus cuecas durante el 18, su voz quejosa, sus gustos y placeres y sus desaciertos al mando del gobierno provincial. Sus cercanos y funcionarios reconocen que no es perfecto y que comete errores, pero le tienen cariño.
Chao chico, que te vaya bien…