Pareciera que la crisis entre Corea del Norte y EE.UU., por los ensayos nucleares del pasado mes de Octubre, está entrando a terreno parejo. Las constantes amenazas Norcoreanas de tomar como una declaración de guerra la resolución de la ONU, la que le impone sanciones "extremas", pareciera quedar sin efecto luego que el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Il, se mostrara abierto al diálogo si Washington retira las sanciones financieras que impusieron durante septiembre y octubre del pasado año, a causa de una supuesta implicancia de instituciones financieras con lavado de dinero y falsificación de dólares para la compra de armamento.

Ahora que los momentos más tensos han dado paso a un clima de mayor tranquilidad mundial, es necesario hacer algunas acotaciones de lo hipócrita que fue el actuar del Consejo de Seguridad de la ONU, al establecer un castigo a Corea, pero no referirse en ningún momento a las incitaciones por parte de EE.UU. (miembro permanente) al amenazar con ataques nucleares preventivos y agravar las tensiones al reforzar las tropas armadas y realizar ejercicios militares conjuntos cerca de la península de Corea. No por nada el embajador de Corea del Norte en la ONU, Pak Gil Yon, acusó al Consejo de Seguridad de tener "doble moral". Esta complicidad se encrudece más al saber que los miembros del consejo, entre ellos Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña, en suma han realizado como mínimo dos mil ensayos atómicos, y por ello nadie ha dicho nada ni ninguna sanción ha sido impuesta… Es más, ¡Estados Unidos es el único país en la historia que ha efectuado ataques y destruido ciudades completas usando bombas atómicas!

¿Acaso la moralidad de estas naciones avala el correcto uso de su material atómico? ¿Qué facultad extraordinaria poseen estos países, que son capaces de decidir quien puede y quien no puede producir armamento nuclear? El hecho radica en una protección de intereses. El organismo de seguridad de la ONU está al servicio de aquellos que en verdad representan un peligro para la paz mundial, como lo es Estados Unidos o Inglaterra, quienes en su rol de dueños del mundo van generando condiciones que tarde o temprano desembocarán en una crisis, tal cual ha ocurrido en Irak o Norcorea, o podría suceder con Venezuela o Bolivia en Latinoamérica.

Lo más probable es que ahora, y muy influenciado por los medios, quede en la "retina" de la opinión pública mundial la imagen de un Corea del Norte que amenazó la paz mundial y a un Estados Unidos que, en conjunto con la ONU, logró reestablecer el orden mundial para ahora comenzar el diálogo y solucionar el conflicto.

Cabe preguntarse: ¿Tendrán algo que ver las pretensiones por parte de algunas naciones, como Corea o Irán, de tener tecnología para fabricar armas nucleares, con la latente amenaza hacia ellos, por parte de las naciones que han monopolizado esta tecnología, y que se encuentran en el Consejo de Seguridad de la ONU?

Es que frente a una amenaza armada hacia la paz, no queda otra alternativa que defenderla a través de las armas, la antigua paradoja de la “paz armada”.