Por Fernando San Román B.
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En los últimos días hemos sido testigos de una batería de promesas que provienen del gobierno, las que dicen relación con la construcción de 520 casas, un consultorio e infraestructura de jardines infantiles y salas cunas en el sector sur de nuestra comuna. Todos estos anuncios han sido acompañados por espectaculares portadas de La Prensa de Tocopilla, tema que ocupó las páginas del diario por casi una semana.
El anuncio –realizado por la Intendenta y otras autoridades- involucra la construcción de estas viviendas en terrenos ubicados entre la Villa las Rocas y la población Padre Hurtado, algunos de los cuales fueron “cedidos” por la empresa S.Q.M. a través de una permuta.
Uno no puede dejar de destacar las iniciativas que tienden a dar una solución progresiva al déficit habitacional, puesto que esa es una demanda que impulsan desde hace años un gran número de pobladores agrupados en Comités de Allegados, quienes se encuentran felices con esta noticia.
Aclarado el punto anterior, quisiera decir que lo único que uno espera es que estas viviendas sean casas habitables, no cajas de fósforos en las que apenas cae una cama y un mueble; que la construcción sea de buena calidad, para que las casas no se derrumben; que los terrenos sean revisados e intervenidos adecuadamente, para evitar el drama que siguen sufriendo muchos vecinos de la Padre Hurtado que han visto como sus hogares se hunden y sus ventanas se revientan. Y, en definitiva, que esto sea más que una promesa y que efectivamente se concrete la construcción de las viviendas, ya que los tocopillanos estamos acostumbrados a escuchar anuncios maravillosos de boca de las autoridades, los que la gran mayoría de las veces –sino todas- jamás ven la luz. Si no lo tienen claro, basta recordar la Zona Franca y las “numerosas empresas” instaladas, o la famosa promesa de Lagos de ponernos “de pie”…
La segunda “promesa” de la última quincena, se refiere a la esperada reconstrucción del Centro de Diálisis en el Hospital Marcos Macuada, iniciativa que quedó a medio camino luego del abandono de las obras por parte de la empresa iquiqueña CLC.
Las obras que finalizarán la construcción de este recinto quedaron en manos de la empresa constructora Pedro Torres Sanhueza, la que debería iniciar los trabajos en estos días.
Nos llena de alegría esta noticia, pero no podemos dejar de manifestar nuestras aprensiones… Ojalá sea efectiva esta reconstrucción, porque no es posible que la autoridad juegue con las esperanzas de la gente e ilusione –una vez más- a quienes hoy sufren las consecuencias de un sistema de salud que no los acoge y que los obliga a trasladarse a Antofagasta día por medio, con las complicaciones y dramas que estos viajes provocan; como si tener que dializarse no fuera suficiente sufrimiento.
Son más de una decena de pacientes los que esperan un poquito de humanidad por parte de quienes ejercen el poder… Si no, habrá que concretar las protestas y medidas de presión que se habían anunciado, pues parece que a la autoridad hay que hablarle fuerte y claro para que escuche a la gente.
El plazo establecido para el término de las obras del Centro de Diálisis es de 75 días, por lo que el esperado proyecto debería ser entregado la primera semana de enero… Esperamos que sea así. Porque las autoridades de Tocopilla están acostumbradas no sólo a prometer, si no que a meternos el dedo en la boca a cada rato…