EN LOS ÚLTIMOS DÍAS ANDUVO GUATEANDO EL FAMOSO PROYECTO Y SE INFORMÓ QUE EL CAMIÓN LIMPIADOR ESTABA MALO Y ALGUNOS CONTENEDORES SATURADOS, LO QUE HA PROPICIADO LA APARICIÓN DE GUSANOS Y HEDIONDEZ EN ALGUNOS SECTORES. MIENTRAS, ALGUNOS NIÑOS JUEGAN CON LOS RECEPTÁCULOS…

Tocopilla carece de centros de formación superior para los estudiantes que terminan su enseñanza media. Por otro lado, la comunidad sufre por la falta de especialistas médicos en el hospital Marcos Macuada. Hay quienes mueren en la carretera, a bordo de una ambulancia, rumbo a una atención de mejor calidad.
A pesar de todos estos atrasos en el desarrollo de nuestro puerto, hoy contamos con un moderno sistema de recolección de basura, propio de ciudades modernas y países europeos.
Así es Tocopilla: ejemplo de las contradicciones. Pobre y contaminado, pero dando ejemplos de modernidad.
Es tanto el empeño que le puso el alcalde a su proyecto estrella que envió a un funcionario municipal a capacitarse fuera de la ciudad, para lo cual incurrió en gastos cercanos al millón de pesos en viáticos y otros costos.
Se trata de 290 contenedores, dos camiones compactadores de carga lateral y uno para limpieza de los receptáculos, los cuales operan a través un sistema computacional.
Según informó La Prensa de Tocopilla la inversión asciende a “300 millones de pesos provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, FNDR, en una iniciativa que en su conjunto contó con una inversión de más de 700 millones de pesos”.
OMB Sudamérica es el nombre de la empresa que se adjudicó este proyecto en Tocopilla y que también se aplica en la comuna de Mejillones.
Sin embargo, la maravilla anduvo guateando, quedando en evidencia la mala planificación de este nuevo sistema.
A dos días de instalados los contenedores, numerosos reclamos criticaron la falta de tino de la autoridad comunal al ubicar estos implementos en plena vía de circulación de vehículos. Rápidamente el municipio enmendó el error para evitar nuevos llamados de atención.
Hay quienes también señalan que los pobladores deberían poner más de su parte, pero lo cierto es que en la última semana varios contenedores se han visto saturados, lo que obligó a muchos vecinos a depositar las bolsas de basura afuera de los receptáculos, provocando que los perros destrozaran y esparcieran los desechos por las calles, con el consiguiente olor putrefacto que invadió las casas.
El horrible panorama permaneció por varias horas en algunas calles de la ciudad -y en más de una ocasión en la última semana-, mostrando un feo espectáculo que recuerda los episodios causados por los canes antes de la implementación de este moderno sistema.
En calle Bolívar con 21 de Mayo el municipio dispuso de la instalación de un nuevo contenedor, debido a la gran cantidad de basura que desechan en ese sector por la presencia de numerosos comercios y locales.
La gente parece disfrutar de un show cuando aparece el camión recolector a recoger los desperdicios domiciliarios.
La semana pasada trascendió que el camión encargado de lavar los contenedores había sufrido un desperfecto, encontrándose fuera de circulación y sin poder cumplir con su propósito. Por este motivo, algunos vecinos se han quejado por los olores podridos que emanan de estos receptáculos. Incluso, en una población del sector centro norte los habitantes señalan que hay contenedores llenos de gusanos y que no soportan la hediondez.
Además, vecinos de algunos sectores, principalmente de calle Ignacio Carrera Pinto, han reclamado por la instalación de los contenedores en la estrecha acera que colinda con la muralla del Estadio Municipal, impidiendo el libre tránsito de las personas, principalmente de los alumnos que se dirigen diariamente a los colegios y liceos. Los padres y apoderados temen que ocurra un accidente.
Los niños y jóvenes, aburridos por la falta de panoramas interesantes en Tocopilla, han convertido estos contenedores en un verdadero juego. A los rayados sin sentido se suman los episodios relatados por algunos vecinos que comentan que en el sector de la población Padre Hurtado un menor fue encerrado al interior de uno de los contenedores del lugar, mientras que otros cabros lanzaron calle abajo otro de estos receptáculos en otra zona de la ciudad.