La Corte Suprema confirmó la condena por los delitos de estafa y apropiación indebida de dineros en contra del ex diputado de la UDI Mario Escobar Urbina, involucrado en una red de venta de alpacas en Calama en 1996 y otra serie de operaciones fraudulentas perpetradas a fines de la década de los noventa.

En fallo unánime los ministros del máximo tribunal rechazaron los recursos de casación presentados por la defensa del ex parlamentario gremialista en contra del dictamen de la Corte de Apelaciones de Santaigo que condenó a Escobar Urbina a 300 días de presidio remitido por estafa y 61 dias remitidos por la apropiación indebida de dineros de la Corporación Cultural y de Turismo de Calama. Además el parlamentario deberá cancelar una indemnización de $ 9.666.671 más intereses a favor de la corporación defraudada.

Escobar Urbina fue acusado de realizar diversas operaciones ilícitas desde su cargo en la Corporación Cultural y de Turismo de Calama entre los años 1996 y 1997, entre los que se encuentran el comercio de 120 alpacas por un monto de $ 20 millones y el arrendamiento de una casa de calle Trapiche 715, Villa Caspana de Calama, que fue utilizada para uso personal. La Suprema confirmó además la absolución del parlamentario en el delito de contrato simulado, que ya había sido eliminado en el fallo del tribunal de alzada nortino.

Denuncia data de 2002

Los hechos se remontan a una denuncia presentada en el año 2002 por la Municipalidad de Calama, por una serie de operaciones realizadas por Mario Escobar desde su cargo de jefe de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, en el periodo en que era alcalde de la ciudad el radical Erwin Rowe Molina, también condenado por diversos fraudes en su gestión edilicia.

El primero de los capítulos se refería a la compra de 120 alpacas a nombre de la Corporación, operación avaluada en 20 millones de pesos, y de las que sólo se recibieron 69 camélidos, pese a lo cual se canceló el monto total del negocio. Por este tema la investigación fue conocida como “el Caso Alpacas” en los medios nacionales y regionales.

La operación se realizó entre los meses de julio de 1996 y enero de 1997 y causó un significativo daño financiero a la Corporación municipal.

El segundo acápite se refiere a la operación realizada por el ex parlamentario mediante la cual arrendó entre mayo y noviembre de 1996 el inmueble ubicado en la Villa Caspana y para lo cual se simuló un contrato con la Corporación Cultural y de Turismo de Calama, figurando como arrendatario su cuñado Fernando Cánepa González.

Escobar fue elegido diputado por Calama en diciembre de 2001, pero sólo ejerció el cargo por dos años, ya que en el 2003 fue desaforado por la Corte de Apelaciones de Antofagasta para ser investigado por la serie de irregularidades cometidas y luego no postuló nuevamente a cargos públicos.

Cabe recordar que el ex parlamentario UDI permanentemente acusó que estas denuncias obedecían a un verdadero "complot" en su contra, responsabilizando al ex diputado Waldo Mora Longa de estar detrás de las acusaciones. Incluso, afirmó ser un "perseguido político" de la concertación.