El concejal Patricio Tapia envió una carta al alcalde Luis Moyano en la que le expresa su “profundo malestar” por “la falta de criterio usado por la Dirección de Obras Municipales” (a cargo de Javier Araya) en la contratación de servicios por $4.467.260 para la instalación del tradicional pesebre navideño en la Plaza Carlos Condell.

El problema es que a todas luces los más de 4 millones invertidos en la estructura de madera y otros materiales constituyen un exceso y una burda sobrevaloración de precios. Según Tapia, este gasto excesivo “no concuerda en nada con el mensaje escuchado por la autoridad comunal en una sesión de concejo en donde se aseguró que los gastos para estos efectos serían menores, teniendo en cuenta que ya contaban con un pesebre y un trineo de años anteriores, además de otros implementos”.

“El año 2006 los gastos por este mismo concepto fueron de $ 6.000.000.-, por lo que también hice notar mí molestia”, asegura Tapia en la misiva.

El concejal aclara que no está en contra de entregarle a la comunidad tocopillana “lo mejor en estas festividades”, pero sí reclama “una mayor conciencia a la hora de realizar los gastos”.

“Es lamentable que, cuando nuestra ciudad vive momentos muy difíciles a consecuencia del terremoto, existan funcionarios que no empleen de algún modo el criterio para gastar los recursos municipales”, apunta Patricio en su carta.

Finalmente, el concejal, haciendo uso de las atribuciones fiscalizadoras y controladoras que le otorga la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades, solicitó al edil “un informe completo de los gastos incurridos por el concepto mencionado, copia de factura, contrato, detalle de los materiales adquiridos, etc.”

Esperamos que esta vez el alcalde dé una explicación por estos hechos, ya que no es posible que se sigan malgastando los recursos de todos los tocopillanos, menos en momentos en que la ciudad está en el suelo producto del terremoto. Además -según los antecedentes-, este gasto ni siquiera se licitó en Chilecompras -como corresponde-, argumentándose que se hizo de forma directa por encontarse la ciudad en Zona de Catástrofe... Obviamente el argumento no resiste mayor análisis, ya que está claro que en una emergencia se pueden realizar adquisiciones directas de materiales y productos para ir en ayuda de las víctimas, no para adornos que, más encima, serán sobrevalorados por el municipio.