Que alguien lleve por nombre Ángel no significa que actúe como tal. Así piensan algunos ex guardias de seguridad que trabajaron en la empresa Electroandina al mando de un ex carabinero al que denuncian por graves maltratos laborales.
Se refieren a Ángel Calderón Díaz, actual jefe de protección industrial de la empresa termoeléctrica, un ex funcionario de la policía uniformada que ha sido vinculado a violaciones a los derechos humanos por organizaciones civiles de Tocopilla. Estas agrupaciones cuestionan su paso por la institución durante la época del golpe militar. Otras versiones señalan que pertenecía al Servicio de Inteligencia de Carabineros.
Si torturó o no, no es posible confirmarlo. Pero lo cierto es que hoy en día sí está torturando. Y lo hace psicológicamente. Sus víctimas son los trabajadores.
El Polémico conversó con varios guardias de seguridad que han pasado por la empresa en los últimos años.
Todos ellos coinciden en señalar que sufrieron humillaciones, persecuciones y tratos indignos por parte de Calderón.
“A él le gusta figurar, saluda a los jefes y gerentes. Es el mismo patrón que aplicaba cuando era carabinero. Era un lame botas del mayor de la época. Indisponía a los cabos y ahora hace lo mismo con los guardias de seguridad de la empresa”, relata A. González D., un ex trabajador.
“Cada vez que entras a trabajar te obliga a estar un año de nochero todos los santos días. Eso se lo hizo a varios. Y eso no corresponde según nuestra legislación laboral”, señala A. González D., agregando que “a un guardia lo hostiga todo el mes y como castigo te tiene 4 o 6 horas en rondas, las que deberían ser de no más de una hora y media”.
“Además, cuando te agarra no te suelta en un mes”, añade.
Según las versiones recogidas por nuestro periódico, Calderón ha hecho llorar a trabajadores y tiene fama de tirano entre sus subordinados. Al parecer nadie se salva de sus castigos y malos tratos.
“Lo que hace es humillar, ponerse sobre ti, ejercer tiranía para anular tu voluntad. Y te transforma en un dependiente”, reconoce con mucha rabia otro ex guardia que prefiere el anonimato.
Por lo mismo, los jefes de turno no tendrían autonomía para actuar y se verían obligados a someterse a las disposiciones y caprichos de Calderón.
Otra de las formas de castigo que aplica cuando se molesta es el traslado de los guardias a un patio de chatarras de la empresa, “donde estamos expuestos a pulgas, arañas y carboncillo, por lo que nuestras ropas quedan para la historia”, indica A. González.
“El trato que te da, llega a ser inhumano. Tu dignidad se rebaja al piso”, agrega.
Otros ex guardias que prefieren la reserva de sus nombres confirman que se vive en un “sistema de trabajo de opresión e incomunicación en el que tú ni siquiera puedes saludar a un jardinero y conversar con él, te encuentras prácticamente incomunicado”.

OBLIGADOS A SOMETERSE

El ex guardia de Electroandina A. González D. asegura que muchos trabajadores se ven obligados a someterse a humillaciones para mantener su puesto de trabajo.
“Algunos colegas me decían que tenían al hijo en la Universidad y que no podían irse”, señala.
“La gente se rebajaba a lo peor. Esto era como una esclavitud y las personas terminaban agachando la cabeza”, agrega.
“Lo lamentable es que esta situación genera coleteo y muchas veces le hacían la pata a Calderón. Y empezaban los amarres y los sapeos, porque todos querían salvarse y cuidar la pega”, reflexiona A. González.
Sin embargo, a la hora de castigar a sus subalternos, Calderón no es capaz de enfrentarlos: “No es lo suficientemente hombre como para llamarte a la oficina. Nunca da la cara para enfrentar al que está retando.”, indica el ex guardia.

PONE EN PELIGRO SEGURIDAD DE INSTALACIONES

“Lo que ocurre es que Calderón quiere controlar todo lo que se hace y por sus caprichos muchas veces pone en peligro las instalaciones de la empresa”, confiesa un ex trabajador consultado.
En una oportunidad –y según confirman los testimonios- un vehículo ingresó en la noche a exceso de velocidad por la entrada de Electroandina, sin respetar el cerco de seguridad. Los guardias procedieron a perseguir al osado conductor, dándole alcance al interior de la termoeléctrica.
“En ese momento de emergencia no podíamos llamar a Calderón para preguntarle y procedimos, por lo que este señor se molestó”, afirma A. González.
En otra oportunidad, ex guardias recuerdan que al enojarse con algunos trabajadores, Calderón los mandaba al sector del patio de chatarras, descuidando totalmente el sector de la Planta de Ciclo Combinado, un lugar muy sensible debido al uso del gas natural como combustible.
“Esa es una zona peligrosa y por su temperamento la descuidaba”, señala A. González.
“Este exceso de castigo y trato inhumano va contra un sistema de trabajo que propicie la seguridad”, agrega.
“No es capaz de analizar las situaciones que se le informan.”, afirma A. González, agregando que “además, el señor Calderón envía guardias a hacer punto fijo en lugares que no corresponden a la entidad, tales como las torres de alta tensión de la Villa Prat y Villa Chilex. Eso no es legal y lo hace cuando está molesto”, cuenta

NO DEJA SUS PROBLEMAS PERSONALES EN CASA

Muchos señalan que la actitud de este ex carabinero tiene que ver con sus actuaciones durante la época de la dictadura.
Pero en lo que todos los ex guardias coinciden es en que no deja sus problemas personales en casa.
“Lleva sus problemas al trabajo. Si está feliz con su pareja, llega contento. Pero cuando tiene problemas, llega mal. Y la gente que está trabajando con él paga las consecuencias de esa situación”, relata A. González.
“Tiene problemas financieros y deudas. Tiene muchos problemas, por lo que no es un hombre emocional, psicológica y profesionalmente apto para el cargo”, agrega.
“En la empresa se realizan mensualmente reuniones en las que Calderón lo único que hace es acusar a los guardias. Él dice que les ha enseñado y que no aprenden, pero uno se pregunta ¿será él un buen profesor?”, añade.

RELACIÓN CON CARABINEROS

Un episodio que llama bastante la atención y que se comenta entre los ex guardias de la empresa, se refiere a la relación estrecha que tendría Ángel Calderón con algunos funcionarios de carabineros.
Según los testimonios, Calderón facilitaba camionetas de la empresa Electroandina, las que eran utilizadas por funcionarios civiles de carabineros.
“Efectivamente, este señor les pasaba camionetas blancas, sin los logos de la empresa, las que eran utilizadas en operativos por funcionarios civiles de carabineros”, recuerda A. González.
Según otras fuentes, esta situación se daba regularmente, sobre todo los fines de semana.

VERSIÓN DE CALDERÓN Y LA EMPRESA

El Polémico quiso conocer la opinión de la empresa Electroandina acerca de estos graves hechos denunciados por ex guardias. Sin embargo, la termoeléctrica no ha respondido nuestros correos electrónicos y no ha sido posible conocer sus impresiones al cierre de nuestra edición.
También quisimos conocer la versión del propio aludido.
En una breve conversación telefónica, Ángel Calderón señaló a nuestro periódico que no estaba autorizado a entregar declaraciones públicas, “ya que tengo una jefatura sobre mí”.
Calderón afirmó escuetamente: “yo soy supervisor... Los guardias no trabajan para Electroandina, lo hacen para una empresa y yo soy el supervisor”.
Sobre sus implicaciones en casos de violaciones a los Derechos Humanos, el aludido lo negó y señaló que ingresó a la institución de carabineros en diciembre de 1973.
No fue posible hacer otras consultas a Calderón, ya que se excusó de responder, reiterando que no podía dar declaraciones.

“LE RECUERDO QUE LA DICTADURA YA TERMINÓ”

“Tengo marcada la cara de mis colegas diciendo que estaban cansados de aguantar a este tipo”, afirma A. González.
“Si pudiera decirle algo a Calderón, le diría que los cargos se ganan por la buena y a la gente se le maneja con sabiduría, no con represión. Somos personas con familia y tenemos que aguantar la opresión. Yo le recuerdo que la dictadura ya terminó. Se acabó el tiempo en que no podíamos hablar y en dónde muchos compatriotas fueron perseguidos y asesinados”, agrega.
“¿Cómo puede gozar tanto sabiendo que lo odia todo el mundo? Este es el único lugar en donde yo he trabajado en el que he visto este tipo de trato hacia las personas”, concluye.