Aproximadamente a las siete de la mañana comenzaron a llegar los comerciantes de la Feria de las Pulgas para instalarse en los lugares previamente designados para desarrollar su esforzada labor, pero se encontraron con la sorpresa de que el lugar no había sido habilitado y estaba ocupado por camiones, como a las 08:00 llegó el concejal Hugo Herrera, quien manifestó que esto era una burla para ellos en su calidad de esforzados trabajadores, que el alcalde había asumido un compromiso que no estaba cumpliendo.

Posteriormente, a las 08:30 horas, se hizo presente el alcalde Luis Moyano, quien aseguró que a las diez de la mañana podrían instalarse sin problemas, extendiendo el plazo de funcionamiento de la Feria hasta las 18:00 horas.

Indignados comerciantes le enrostraron su irresponsabilidad, asegurando que dificilmente saldría reelegido para un próximo período.

Mario Galea, presidente de los feriantes, afirmó que estas personas merecían el respeto de las autoridades, ya que ganaban su sustento honradamente y con mucho sacrificio.