Por Fernando San Román B.

¿Le echas de menos al 4º medio del Liceo Domingo Latrille y a la época en que creamos “El Polémico”?
Igual me da nostalgia. Yo partí de Tocopilla cuando el diario era pequeño, en fotocopias. Y cuando supe que el diario siguió, fue bacán. Porque esa era la meta… Esa era tu meta. Y muy pocas personas pue den lograr algo de nada, del deseo y del empuje tuyo, más tu familia que te ha ayudado. Y otras personas que pusieron su granito de arena. Y este es el mundo que creaste. Y yo me siento bastante feliz de haber sido partícipe de este mundo que creamos. Cuando tuve que partir y estaba lejos, no podía hacer el diario. Y cuando estaba en el sur le contaba a mis compañeros que habíamos creado un diario en 4º medio. Y en Temuco donde yo estaba no se veía eso. Es algo llamativo, atractivo y me causa mucho orgullo en mi corazón de tocopillano. Y yo, como amigo tuyo, me alegro que todo vaya bien.

¿Le echas de menos a las aventuras de 4º medio, a los estudiantes, al director, a la orientadora?
En ese sentido, cuando íbamos en 4º medio, era necesaria la oposición. Y era entretenido. Porque nosotros éramos jóvenes y ellos nos miraban con miedo. Y era estúpido, porque ellos deberían haber respetado nuestra libertad. Pero se pusieron densos contra nosotros. Yo no tengo resentimiento contra esas personas. Y las aventuras que tuvimos eran bastante atípicas para la edad que teníamos. Ni en las películas pasan las cosas que nos pasaban, ni en las series de gringolandia. Y cuando llegué a Tocopilla yo no sabía que habían cambiado al antiguo Director del Liceo (Juan Araya) y tampoco sabía que ya no estaba la señora Minerva y el Guy (inspector) que era un personaje histórico del Liceo. Recordamos su frase: “¡Pelota!”. Hay hartas cosas puntuales y singulares que tenía el liceo. A lo mejor ahora los chicos del Liceo están más tranquilos, pero igual uno recuerda a los antiguos personajes.

¿Qué hiciste cuando partiste de Tocopilla? ¿A qué te dedicaste en estos últimos 4 años?
Salí de Tocopilla con la intención de estudiar y llegué a la Universidad de La Frontera, en Temuco, a estudiar periodismo. Pero por recursos económicos tuve que congelar. Pero me di cuenta que seguir los estudios no es el único mundo ni el mundo inmediato. Igual es importante estudiar, pero uno tiene toda una vida por delante. Igual la pasé muy bien en la universidad, tuve bastantes amigos, conocí hartas cosas. Allá la gente es más dadivosa, también porque la tierra da más frutos en esa zona. Luego pagué mis deudas y me salí.

¿Y qué pasó el 2004?
Ese año, no sabía qué iba a hacer. Y entré al Servicio Militar. Era un mundo nuevo para mí. Yo era antimilitar… No, no era antimilitar, sino que era un mundo que yo no conocía. Y me daba miedo lo que no se conoce. Y lo hice y la experiencia fue buena. Yo he hablado con chicos que han hecho el servicio militar acá en el norte y ellos que lo han hecho y me han dicho que acá es perder el tiempo no más. Allá es distinto. Acá la instrucción es distinta. En el sur fue genial. Fue una etapa en la que crecí bastante como persona. Fue entretenido, es un mundo diferente. Aprendí a esquiar, hice harto deportes. Me gustó el servicio militar en el sur.

¿Y después del Servicio Militar, qué hiciste?
Al terminar el servicio empecé a buscar trabajo y me puse a laborar en el mundo de la gastronomía. Trabajé, junté mi plata. Me considero una persona bastante honrada y doy lo mejor de mí cuando me necesitan.

Y llegaste a Tocopilla… ¿Volviste hace poco?
Llegué hace como un mes más menos…

¿Cuál fue tu primera impresión al volver a la ciudad?
Estuve 4 años afuera de Tocopilla, comuna que yo amo bastante. Yo nací en Valparaíso, pero me crié en Tocopilla, llegué a los dos años. Yo estaba ansioso de volver a la ciudad, por mi familia y porque quería volver a ver las calles y la plaza que es una de las más hermosas de Chile. Quería ver las calles, la gente, los vecinos, los cerros gigantescos que hay, que son majestuosos. Sabía que había una playa artificial. En el sur de Chile hay bastante progreso en infraestructura. Y llegué a Tocopilla y ¡está igual! No sé si está bien eso o está mal. He visto pequeños cambios, pero son matices. Pero, grandes cambios no hay. Encontré bonita la playa qué hicieron. La plaza está igual, aunque le hace falta una manito de gato. Hay bastante despreocupación en el aseo y ornato de la ciudad. Y si el alcalde o el municipio no se preocupan, la misma gente debe organizarse y mantener limpio su entorno.

¿Sentiste la contaminación cuando volviste a respirar el aire de Tocopilla?
Estando en el sur, siempre me mantengo informado leyendo los diarios de la región, El Polémico en Internet y La Prensa. Y la contaminación de las plantas termoeléctricas en Tocopilla es un tema preocupante que ustedes han hecho saber y han dado la voz de alerta. Es un tema grave que afecta a todos los tocopillanos. Es un tema grave, a largo plazo. Hay mucha gente con cáncer. Estadísticamente Tocopilla tiene mucho cáncer. Familiares y vecinos que conozco tienen cáncer. Y también está la contaminación electromagnética de la transmisión de electricidad. Y las autoridades tienen que velar por eso, para eso están. Y las mismas empresas tienen una responsabilidad. Aparte de ganar plata tienen que respetar el medio ambiente y sobre todo a las personas. Las autoridades fueron elegidas por el pueblo, para velar por el pueblo. Se deben escuchar las quejas de los ciudadanos que a veces no están manifestadas por el mismo alcalde, porque puede ser que él tenga otros intereses. Pero esta es una responsabilidad de todos.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Mi plan para los próximos dos años es partir a una misión dentro de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. Yo soy mormón. Eso me tiene alegre, ya que voy a partir a una misión de tiempo completo, a cualquier parte del mundo, esperando servir a la iglesia de Jesucristo que es la manifestación institucional del reino de Dios sobre la tierra. Y voy a servir, esperando poder proclamar lo que yo sé y lo que la convicción de mi fe me dicta: o sea, dar dos años de mi vida al servicio de Dios. Ya que no estoy en Sión para sentarme ocioso sino para trabajar diligentemente por el reino de Dios en estos últimos días.

¿Y después de esos dos años qué va a suceder?
Bueno, antes de partir estaré por unos 5 meses acá en la ciudad. Pero después de la misión vuelvo… Tengo hartos planes. Me gustaría volver a Temuco. Me gustaría estudiar, trabajar y tener una familia. Me gustaría casarme y tener muchos hijos. Es una de mis metas.

¿Me imagino que te has enterado de algunos shows de las autoridades?
En las ciudades chicas pasa eso. Acá todos se conocen. No conozco mucho a las autoridades locales, pero he escuchado comentarios desde que llegué sobre las promesas que no se han cumplido y también que se atribuyen proyectos que no le corresponden. Es como “yo, yo”. Yo escuche una vez que cuando algunos reciben un cargo público y tienen problemas los primeros meses, le echan la culpa a la administración anterior. Si sigue con problemas en la mitad de su periodo, les echa la culpa a sus asesores y cambia a algunas personas. Y si sigue con problemas, deben renunciar. El actual alcalde ya fue probado y medido y la gente debe analizar su gestión. Es la gente la que tiene que velar por su futuro. La gente debe ser sabia y elegir bien a los que los gobiernen.

¿Cómo ves el futuro de Tocopilla?
Siempre uno tiene esperanzas de que sean mejor las cosas. Es como los familiares. Uno cuando vuelve quiere verlos mejor de lo que estaban. Yo espero que la ciudad progrese y vuelvan los años de oro. Espero que haya gente más honesta, con normas más elevadas en el sentido de la responsabilidad y la honestidad. En Chile la gente no tiene la cultura de la lectura. La gente que llega a cargos importantes tienen que ser buenas personas. Y todo lo demás se va a ir dando. Tocopilla algún día va a florecer como la rosa…

SAN CHAMULLO

“Cuando hacíamos El Polémico, dimos a conocer un Santo en el Liceo. Cuando uno hacía pruebas a veces, de castellano e historia principalmente, uno tiende a alargar la respuesta y te pones a chamullar. Empiezas a hablar como Cantinflas. Y a veces uno no estudiaba nada y se sacaba un 7 o un 6. Y uno decía: “Esto es obra de San Chamullo”. Nos encomendábamos a él, ja, ja. A los políticos les serviría harto, porque muchas veces tienen que chamullar”.

LAS AVENTURAS DE RENÉ MANUEL

“René Manuel es un clásico. Si nos estás leyendo, te mando saludos. Fue un gran personaje. Era bastante cómico. Él tenía el talento de chamullar y ponerle color a sus relatos. Yo creo que él es la reencarnación de San Chamullo, la manifestación física, ja, ja. Las historias que contaba él eran atractivas. Él daba su nombre y se prestaba para el humor que hacíamos. Él contaba historias y aventuras en las que supuestamente había participado. Y nosotros hicimos esa sección fija que se llamó “Las aventuras de René Manuel”.

LA PRIMERA PORTADA Y LA PELEA CON LA OFICINA MUNICIPAL JUVENIL DE DIDECO

“Jaimeta es vecino mío. En el Liceo se convirtió en un personaje. Y él se agarró a pelear una vez y eso lo hicimos noticia y fue la primera portada. Y fue una portada pegadora.
La pelea con la Oficina Municipal Juvenil fue uno de los primeros roces que tuvimos con una institución o ente de la comunidad. Al principio estábamos muy vinculados sólo con el Liceo y luego empezamos a extendernos a la Cosafa y al Poli. Esto era particularmente para el pueblo del liceo. Y cuando nos referimos a la Oficina Municipal Juvenil (OMJ, a cargo de Ximena Santana), yo me di cuenta que teníamos poder y qué marcábamos pauta en la opinión. Y ellos se fueron bastante ofuscados con nosotros por unos comentarios. Recuerdo que nos amenazaron con una demanda. Era algo bastante ilógico. Eran unos tontos graves. Era gente adulta peleando contra unos cabros chicos que éramos nosotros. Yo recuerdo la jovialidad que teníamos y le echo de menos. No éramos cabros malos, nos portábamos mejor que muchos otros estudiantes, no tomábamos, no fumábamos. Y nuestras mamás estuvieron siempre con nosotros”.

DEMANDADOS

“Me acuerdo que nuestra compañera Janis quiso leer el periódico antes que lo vendiéramos y nosotros mencionábamos una noticia sobre ella, donde decíamos que ella había sapeado a los cabros que iban a tomar a Las Gárgolas, a los cerros. Y ella se molestó y nos denunció en Investigaciones. Y estábamos en tu casa cuando llegaron los tiras a citarnos, nosotros estábamos comiendo pan con queso derretido y tomando bebida. Y nos citaron a los dos. Fue desproporcionado, pero igual la pasamos bien. La Janis estuvo aislada y la rechazaban por lo que hizo, pero después nos hicimos amigos. La perdonamos. Y después nos reíamos de este episodio”.

EL TOQUE DE QUEDA

“Primero, lamento la muerte del ex alcalde Alexander Kúrtovic. Yo nunca me imaginé que iba a morir. Uno a veces ve como inmortales a las personas. Y ese episodio fue noticia nacional. Era un Toque de queda para menores de 18 años. Y organizamos una manifestación a la que llegaron en nuestra imaginación como 100 estudiantes, pero en realidad llegaron como 4 cabros. Y teníamos una pancarta ordinaria que hicimos en unas hojas de oficio y de cuaderno. Y llamamos a La Prensa y salimos nosotros dos en la foto. Y era una medida inconstitucional. Era obvio que era para llamar la atención a nivel nacional y se logró el objetivo. Y al alcalde Kúrtovic lo recuerdo con cariño. Era una buena persona. Tenía un buen semblante. Tenía un buen carácter. Nosotros conversábamos con él. No era un tonto grave. Nos escuchaba y entendía que nosotros éramos jóvenes”.

THE POLEMIC AWARDS

“Fue la culminación de nuestra etapa aventurera en el Liceo, evento en el que hicimos partícipes a todos los jóvenes de los dos liceos y la cosafa. Fue un gran show en el que participaron grupos musicales y artistas de toda la ciudad. Y lo más genial es que fue hecho por nosotros sin que nadie nos dijera cómo hacerlo, aunque igual nos ayudaron desde todos los sectores a confeccionar los diablillos de oro, ja, ja, ja. Hasta el momento nadie ha imitado este magno evento que trascendió a la región y en el que participó Chuleta que contó un chiste (Q.E.P.D.). Muchas veces nos paran en la calle y nos piden que lo hagamos de nuevo, pero ya no es lo mismo. Muchos creen que ganamos plata en eso y en realidad donamos todo a la Teletón.”

MINERVA SALAMANCA Y JUAN ARAYA CANCINO

“No le tengo resentimiento a la orientadora de esa época. Ella nos tenía mala y al licenciarnos no nos reconocieron ni dieron diplomas por las actividades en las que participamos. En tu caso, por el concurso de ortografía y yo por teatro. Ella era llamativa. El señor Guy, el inspector, tenía una voz fuerte y ella tenía una voz dulce, española, ja, ja. Yo era estandarte del Liceo y me presionaron por el diario y yo elegí optar por lo que yo quería, que era “El Polémico”. Pero no estoy ni ahí… Minerva, te perdono.
El director del liceo Juan Araya Cancino era como llamativo. Parecía vampiro, ja, ja. Tenía un peinado interesante. Cuando nos llamaba la atención ponía una voz solemne. No trataban de hablarnos a nuestra conciencia, eran muy represivos. Nos trataban como que estábamos haciendo algo grave y hay cosas terribles que se hacen en los liceos y nadie dice nada. Y esto que hacíamos era comunicarnos, expresarnos, divertirnos. Parece que le duele más a la gente que opinen en vez de que causen destrozos. Los destrozos y el daño material pueden ser reparados, pero la opinión queda latente en la mente y en la conciencia de las personas. Y eso genera reflexión en la sociedad. Y a lo mejor nos tenían miedo por eso”