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Es difícil cambiar el switch o la forma de pensar de una persona. Más cuesta si la realidad no es como te la presentan en la TV o en los medios de comunicación. Nos vemos en un tiempo y un espacio en el cual pasan miles de cosas y estamos accediendo a tener mayor información, por ello asusta tal vez el rápido ritmo al que avanzamos. Problemáticas como el Calentamiento Global, sus devastadores efectos para nuestro planeta, todo esto si no paramos y cambiamos el switch de una vez por todas.
Se han esclarecido a lo largo de los años los verdaderos motivos de la injustificada “guerra”. Estados Unidos lleva el estandarte en relación a cómo no se debe hacer política en el mundo.
Para los que no saben EEUU tiene un sistema similar al nuestro, allá existen los seguros médicos que no cubren enfermedades, la gente muere esperando una consulta.
Titulé mi editorial Cambiando el switch, porque aún estamos a tiempo de hacerlo, nos han mentido y engañado tanto a través de la historia, que ya no nos damos cuenta que no hay qué perder, sólo nos queda ganar y derrotar a quienes siempre nos han ocultado y nos han mantenido en un régimen discriminatorio, de violencia y egoísmo.
Si giráramos un poco el concepto que tenemos de las cosas, nuestro entorno sería distinto, por ejemplo: el concepto de “competencia” por hacer valer nuestra “innovación y creatividad”. La cosa sería distinta, no….
Debemos confrontar a nuestros verdaderos enemigos, esos que nos mantienen enemistados con nuestros hermanos latinoamericanos sólo por conveniencia personal, por lucro y no por ayudarnos a mejorar nuestras condiciones de vida. Alguien no quiere que se una la gente, pasa lo mismo a nivel comunal, quieren trifulca para dividir.
Los políticos de siempre, siempre nos han mentido y vendido la “pomada”, seducen nuestro pensamiento con cosas que nunca llegan, analicemos: ¿cuántas veces nos han prometido pega y sin ninguna propuesta? Siempre nos mienten acerca del progreso de nuestra ciudad y así nos hemos ido desilusionando de la política cada vez más, no son los hombres que vemos los llamados a “hacer política”, sino que los que han estado en los procesos, en la gente. Tocopilla querámoslo o no aún es la ciudad pobre y sin progreso, esa es la ciudad del tocopillano que trabaja a pleno sol en la pampa por unos pocos pesos que no le alcanzan para vivir.
Debemos ser capaces de tener memoria, porque sólo así no nos mentirán más.Al final sólo nos queda crear conciencia, porque mientras en la Antártida se derriten los hielos, aún tengo la esperanza de que se derrumben nuestras diferencias.