La señora Patricia Díaz Rojas, pobladora tocopillana que vive en el sector norte de la ciudad, conversó con nuestro medio para contar el drama que vive desde el terremoto del 14 de noviembre.

Actualmente, habita en las ruinas de su hogar, hacinada en la mediagua que le asignaron, espacio reducido en el que deben convivir 5 personas: ella, su marido, sus dos hijas y su madre.

En el último tiempo, ha venido solicitando que las autoridades le entreguen otra mediagua para poder tener un poco más de comodidad, sobretodo cuando la Médico que trata a su hija de 14 años que sufre depresión, le recomendó -a través de un certificado- que la menor contara con un espacio propio para superar su estrés postraumático.

"La burocracia ha sido terrible. Levo meses haciendo trámites, ando de un lado para otro. Me piden un papel, después otro papel. Fui en enero, volví después. En marzo de nuevo hicimos los trámites para la mediagua, nos exigieron más papeles. Ahora voy y me piden más papeles. Y luego me dicen que no corresponde que me otorguen una nueva mediagua", cuenta Patricia, evidenciando su rabia.

"Yo no entiendo por qué no me asignan una mediagua. Realmente la necesitamos. Somos 5 personas, no tenemos espacio para nada. Es terrible estar en estas condiciones. No entiendo por qué me niegan una mediagua cuando en la misma cuadra en la que vivo hay personas que tienen 3 mediaguas, 2 mediaguas. No estoy en contra de ellos, pero así como les entregaron a ellos, ¿por qué no me pueden entregar una a mí?", se pregunta la vecina.

Agrega que una asistente social prometió ver su caso, aunque no con mucha disposición, ya que de partida le dijeron que no había solución para ella:

"Una asistente dijo que vendrá a hacer un informe, pero me dijo que no corresponde que me entreguen mediagua, porque están entregando a grupos arriba de 6 personas. Acá hay dos grupos familiares, ya que mi madre tiene su pareja que baja de su trabajo", relata decepcionada por la nula respuesta de las autoridades.

"Ayer viernes 23 de mayo perdí una hora al kinesiólogo y otra para un electrocardiograma por estar esperando a la asistente social que nunca llegó", concluye la vecina.

Es de esperar que las autoridades hagan su trabajo y asignen adecuadamente las viviendas de emergencia. Todo Tocopilla sabe que algunas de las mediaguas que se han entregado han sido asignadas irregularmente, ya sea por pitutos o arreglines o por falta de procedimientos o criterios adecuados de asignación. Por lo mismo, quienes realmente necesitan una mediagua, no deberían estar rogando a las autoridades para que éstas le tiendan una mano y hagan valer el derecho de las personas a vivir dignamente.