Un año ha pasado desde que el terreno de una casa de calle Serrano cediera, dejando un tremendo cráter que pone en peligro a sus habitantes.
Fue en enero de 2005 cuando una vecina del puerto se encontraba lavando ropa en su domicilio ubicado en calle Serrano 1482 (pasada la línea férrea). Por suerte salió a comprar, ya que al regresar se encontró con un gigantesco agujero en el piso: el terreno había cedido, provocando el derrumbe de escombros hacia el patio de una casa contigua.
La avalancha se llevó la lavadora y otros enseres que quedaron inutilizables.
“Afortunadamente mi señora no estaba cuando ocurrió el derrumbe”, relató Juan Páez, el poblador afectado.
Con cada sismo el temor se apodera de esta pareja.
“En junio, para el terremoto, estos restos volvieron a desprenderse”, aseguran.
En el patio de la misma vivienda hay un muro inestable que lleva 12 años.
“Están esperando que se caiga”, opinan los vecinos del sector.
Los ocupantes de este inmueble han conversado con las autoridades y han pedido a todos los organismos pertinentes.
“Pero no pasa nada. Moyano es un mentiroso. Tenemos cero apoyo de parte de él. Para acá han venido todas las autoridades a medir el terreno, a tomar fotos, pero después no aparecen más y todavía esperamos ayuda para solucionar este problema”, indican los afectados.
Un par de casas más arriba, el ex beisbolista tocopillano Luis Rojas Díaz prefiere quedarse en su casa. Este conocido deportista usa muletas y tiene que bajar una empinada escalera todos los días. Más de alguna vez ha estado a punto de caerse. Su esposa tiene que sacar fuerzas para cargar la silla de ruedas.
“Yo no puedo estar encerrado todo el día y salir a dar una vuelta es un drama, porque tengo que bajar esta escalera en las condiciones en que me encuentro”, relata Luis Rojas.
“Tres años llevamos reclamando para que el municipio construya una bajada especial”, recuerda su mujer.
Pero no han tenido respuestas.
“Hemos enviado cartas, han venido para acá y no han sido capaces de ponerse la mano en el corazón y buscar una solución”, agregan.
Los vecinos del lugar coinciden en señalar que el municipio es “inhumano” y que no se preocupa por los problemas que sufren las personas del sector.
“Cuando estaba en campaña Moyano recorrió puerta a puerta este lugar, pero ahora que necesitamos que nos dé una mano no es capaz de venir”, señalan.
Luis Rojas siente que no lo han reconocido por sus logros deportivos de antaño.
“¿Cómo me reconocen? Con la indiferencia. Lo mínimo que pueden hacer es arreglar esta escalera y adaptarla para poder desplazarme normalmente. Es lo único que pido.”, reflexiona.
Por ahora, los pobladores tendrán que arreglárselas por sí solos y enfrentar los problemas con el ingenio. Afortunadamente estos vecinos conocen la palabra solidaridad. El que no la conoce es el alcalde.

(Publicado en edición del 18 de febrero de 2006)