EL DIPUTADO FELIPE WARD PIENSA QUE LA EDUCACIÓN PÚBLICA “ES MALA” Y QUE SE NECESITA “UNA MEJOR EVALUACIÓN A LOS PROFESORES”, AUNQUE TAMBIÉN ES PARTIDARIO DE “AUMENTAR LOS NIVELES DE PARTICIPACIÓN DE PROFESORES EN LA ADMINISTRACIÓN DE LOS ESTABLECIMIENTOS”. POR SU PARTE, MARCOS ESPINOSA AFIRMA QUE “EL ESTADO DEBE INTERVENIR DERECHAMENTE LOS CENTROS DE FORMACIÓN TÉCNICA Y UNIVERSIDADES PARTICULARES QUE ESTÁN ENTREGANDO LA CARRERA DE PEDAGOGÍA EN LAS DISTINTAS ESPECIALIDADES”. LOS PROFESORES TAMBIÉN OPINAN…

Tras la publicación de los resultados de la prueba Simce, los que reflejaron un bajo rendimiento de los establecimientos educacionales municipalizados de Tocopilla, se ha abierto el debate en torno a las causas de estos resultados y al por qué el colegio particular Sagrada Familia llevó la delantera.
El Polémico conversó con algunos profesores del puerto –los que no quisieron referirse públicamente al tema, quienes señalaron que no es posible comparar los resultados de la COSAFA con el puntaje obtenido por las escuelas públicas, ya que “la Sagrada Familia es un colegio particular que se mide con otros estándares y que cuenta con más recursos, además de prepararse más”.
“Además, si comparas los resultados que obtuvo con los de otros colegios particulares de la región y el país veremos que no se trata de una maravilla”, agrega.
Un profesor de la COSAFA también cuestionó el hecho de que los hijos de la mayoría de las autoridades comunales y de educación estudien precisamente en la Sagrada Familia y no en colegios públicos.
Otros profesionales del área agregaron que “el Simce no toma en cuenta una serie de factores tales como la cantidad de alumnos por curso, que en Tocopilla a veces supera con creces el mínimo y hay casos en que tenemos metidos en una sala a cerca de 40 alumnos”.
Otra de las preguntas que surgen es la siguiente: ¿Si el Simce es un instrumento para medir la calidad de la educación, qué sentido tiene preparar intensivamente a los alumnos durante meses, bombardeándolos con información para que obtengan los mejores resultados? Es decir, si la idea es evaluar, tomar una fotografía del momento, que refleje la situación de ese instante, ¿de qué sirve alterar esa realidad y preparar a los estudiantes para mostrar puntajes más altos? Y a pesar de todas las preparaciones, de todas maneras los colegios del puerto reflejaron bajísimos puntajes.
“A veces, lo que ocurre es que no hay trabajo en equipo. Y eso ocurre desde el colegio hasta la Dirección de Educación. Hay falta de confianza, de fraternidad. No hay un ambiente armónico que permita que los profesores establezcan un trabajo en conjunto con la dirección, los apoderados y los alumnos”, señala un profesor.
A la hora de buscar responsables, el diputado Felipe Ward (UDI) es enfático al señalar que “se gasta mucho más plata que antes en educación, pero no correctamente, ya que no por tener más horas de clases necesariamente los alumnos van a rendir más. La reforma que se necesita pasa por una mejor evaluación a los profesores y por metas de gestión para los establecimientos. Los que no cumplen, se cierran”.
Pero, ¿qué pasa con los alumnos de aquellos establecimientos que, eventualmente, se cierren por su mal rendimiento?
“Lo que han hecho en otros países, como Estados Unidos, es que, antes de cerrarlos, naturalmente hay que ubicar a esos alumnos en colegios de la misma comuna y que sí hayan alcanzado los estándares mínimos que se les impongan”, respondió el parlamentario.
Felipe Ward asegura que la educación pública es mala:
“Es mala. Digamos las cosas por su nombre. Un alumno de educación pública, por lo general, rinde menos en Simce y en la PSU que uno de educación privada. Aunque duela, es cierto, y parte de la solución al problema pasa por reconocer que el problema existe”, afirma.
En su opinión, para superar la brecha entre colegios municipalizados y establecimientos particulares, se deben aplicar algunas medidas tales como:
“Cambiar mallas curriculares, adecuándolas a la realidad local y a las necesidades futuras de trabajo de la población” y agrega que “también hay que aumentar los niveles de participación de profesores en la administración de los establecimientos, ya que son ellos los que más saben de educación y los que mejor saben dónde le aprieta el zapato a cada escuela o colegio”.
“Hay que Garantizar que todos los alumnos lleguen a primero básico en igualdad de condiciones, estableciendo la obligatoriedad y gratuidad de la educación parvularia pre-escolar”, enfatiza.
Al ser consultado sobre aquellos estudiantes que, teniendo las capacidades se quedan sin estudiar en la universidad por falta de recursos, señaló:
“Creo que la mejor forma de redistribución del ingreso es la educación. Si yo fuera Presidente (toco madera) mi primera medida sería la gratuidad de ambas etapas escolares, la parvularia y la universidad”, concluye.
Por su parte, el diputado radical Marcos Espinosa reflexiona:
“Hoy día tenemos colegios con infraestructuras bastante buenas, buenas aulas, con espacios amplios, baños higiénicos. Pero, ¿qué pasa con el Simce en la ciudad de Tocopilla?”, se pregunta.
“Aquí a veces el tema no es necesariamente de recursos. Inyectar más recursos para que no sean administrados eficientemente yo creo que no es la solución. Yo creo que acá debiera haber una política de estado. Y el estado debe intervenir derechamente los centros de formación técnica y universidades particulares que están entregando la carrera de pedagogía en las distintas especialidades”, afirma el parlamentario.
“Por lo tanto, tenemos que propender a formar profesores que entreguen contenidos de mejor calidad. Y en eso, no me cabe la menor duda de que el papel del estado debe ser fundamental. Es un trabajo a largo plazo, pero debe empezar ya”, agrega.
Consultado sobre si la responsabilidad recae fundamentalmente en los profesores, señaló:
“Yo soy profesor y entiendo que el profesorado hoy día es visto como un apostolado. Hay que hacer el esfuerzo porque las universidades privadas y los centros de formación técnica tengan hoy día un organismo fiscalizador que regule cuál es la malla de contenidos y la calidad de profesores que están egresando. Hoy día no hay ninguna entidad del estado que regule esto. Y eso es para obtener resultados a largo plazo”.
Respecto a la polémica generada por las críticas de Norma Tejada a los profesores formados a distancia, Espinosa señaló que no conoce de cerca esa metodología.
“Habría que revisarlo, evaluarlo, ponderarlo y ver si la calidad de los contenidos que se están entregando son coherentes con los programas que entregan las universidades tradicionales en pedagogía”, concluyó.
Lo cierto es que el debate está abierto. Algo pasa con la educación en Tocopilla. ¿Qué responsabilidad le cabe a la gestión de Rafael Fernández en la Dirección de Educación? ¿Qué responsabilidad tienen los profesores y apoderados? ¿Alguien ha advertido que este es un problema profundo que tiene que ver con cómo está concebido este sistema competitivo e individualista?
Si así es, tal vez la solución pasa por analizarse uno mismo y sentarse con todos los actores educacionales a conversar y trabajar por el futuro de nuestros hijos y hermanos.