Sorpresa generó este lunes 25 de junio la noticia del traslado a Antofagasta del llamado "juez express", Guillermo Cádiz, magistrado tristemente célebre por tramitar su propio divorcio en sólo ocho días mientras se desempeñaba como juez de familia en Santiago.

Tal parece que el pleno de la Corte Suprema "usa" a las provincias y regiones para sancionar a los jueces corruptos.

Este hecho generó el inmediato rechazo del mundo político y social de la región.

Es así como el senador Carlos Cantero (RN) exigió al presidente de la Corte Suprema, Enrique Tapia, aclarar si el hecho de enviar a un juez mal evaluado a regiones constituye o no una sanción. Afirmó que si ése fuera el pensamiento de la Corte su sola llegada representaría un verdadero insulto para todas las personas que viven esta zona.

Así, nuevamente las regiones y provincias alejadas de la capital reciben estos "regalitos". Lo mismo ocurre con otros funcionarios, principalmente de instituciones policiales y hasta clericales.