Este 11 de marzo, se cumplieron dos años del gobierno de Michelle Bachelet y se da un momento propicio para analizar la gestión de las autoridades a nivel nacional y local.

Al iniciar el llamado "segundo tiempo" de su gestión, vemos que Bachelet era sólo un bonito slogan. Podríamos advertir que "lo dijimos" o "era de esperarse"...

Sus políticas no difieren de los anteriores gobiernos de la concertación y ha demostrado que para ella el modelo económico es intocable, con lo que se seguirán beneficiando los grandes empresarios -varios de ellos "amigos" o financistas de sus campañas-, en desmedro de los trabajadores y pobladores que, más encima, son reprimidos cuando se manifiestan en defensa de sus derechos.

En Tocopilla el Gobernador Provincial Edgardo Solís, representante directo de la Presidenta, también reprueba a dos años de asumir el cargo. Partió tratando de marcar la diferencia respecto a su antecesor, el DC Jorge Peralta, sobre todo en materia medioambiental, lo que se reconoce. Sin embargo, terminó siendo un fiel representante de un gobierno defensor del modelo económico y represor, como lo demostró al ordenar y avalar la violenta arremetida de Fuerzas Especiales de Carabineros contra un grupo de tocopillanas y tocopillanos que se manifestaron el 18 de enero pasado.

En las últimas semanas, el gobernador incluso pareciera no existir, ya que tras la llegada del "capo" Hernán Ortega ha quedado relegado a su oficina y pesa cada vez menos.

En conclusión, es necesario que surga una alternativa que se base en la fuerza organizada de las propias personas y no en un conglomerado cupular que representa intereses corporativos y empresariales, como lo son hoy La Alianza y La Concertación.

Lo lamentable es que las fuerzas políticas alternativas no han logrado ponerse de acuerdo en un proyecto de cambios.

Está en nuestras manos lograr que la alegría finalmente llegue...