El mandatario boliviano, Evo Morales, se declaró este jueves en huelga de hambre junto a movimientos sociales seguidores de su administración, como medida de presión para exigir al Congreso Nacional la aprobación de la ley electoral para los comicios generales.

Desde las 3:30 de la tarde de este miércoles (Hora local), el Congreso boliviano se mantiene en una extensa sesión que espera obtener como resultado la aprobación de la ley electoral transitoria que establece la nueva Constitución del Estado, la cual mantiene en confrontación al sector gubernamental y a la oposición.

A través de una declaración ofrecida a los medios de comunicación en un salón del palacio Quemado de Gobierno, el presidente Morales anunció la huelga de hambre junto a distintos dirigentes sindicales.

La Central Obrera Boliviana (COB), el Consejo Nacional por el Cambio (Conalcam) y la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos han respaldado esta iniciativa de Morales.

El jefe de Estado boliviano aseguró que decidió tomar esta medida frente a la "negligencia de un grupo de parlamentarios neoliberales" que impide la aprobación de la ley electoral.

La oposición ha argumentado que el proyecto de ley tal como está planteado, ofrece ventaja para la reelección de Morales.

Las discusiones se basan en el número de escaños que debe otorgarse a los pueblos indígenas, sobre la habilitación del voto de los bolivianos en el exterior y sobre el padrón electoral.

"Los parlamentarios sabían exactamente que en 60 días tenía que aprobarse esta ley transitoria electoral, sin embargo, informados permanentemente por los medios de comunicación no quieren que se apruebe una ley que permita garantizar la implementación y aplicación de la Constitución Política del Estado boliviano", manifestó Morales desde el Palacio de Gobierno.

Aseguró que la solicitud de un nuevo padrón electoral por la oposición, "es simplemente decir que no haya elecciones nacionales ni elecciones prefecturales y municipales el próximo año".

Agregó que "por eso reitero el esfuerzo de los dirigentes sindicales del campo y la ciudad a la cabeza de la Central Obrera Boliviana, un esfuerzo de las autoridades, todo por la defensa del voto sagrado del pueblo".

"Los compatriotas que viven en el exterior tienen derecho a decidir quienes son sus autoridades y quienes dirigirán el futuro del país", indicó el Ejecutivo boliviano.

Instó a algunos medios de comunicación a no hablar de cerco, sino a apelar a la conciencia de los parlamentarios para que aprueben con carácter de urgencia la ley transitoria electoral.

"Luego de 60 días apelamos a esta medida para defender la democracia".

Morales subrayó que para asumir una verdadera democracia, se deben aprobar normas en el Congreso Nacional y de esta manera los parlamentarios tienen una de las mejores oportunidades para garantizar y profundizar la democracia así como las transformaciones profundas en lo estructural".

"Hagamos juntos la historia todos, parlamentarios junto a los movimientos sociales, sean cívicas o sindicales pero pensando fundamentalmente en la igualdad, en las soluciones sociales que quiere nuestro pueblo".

"Primero es el pueblo, la patria, después los interese sectoriales o regionales. Debemos juntos asumir la defensa de la democracia, el voto del pueblo en el extranjero y otras reivindicaciones de carácter estructural mediante un esfuerzo que hacen, ese esfuerzo es la huelga de hambre", finalizó el presidente Morales.

Entre senadores y diputados, el Parlamento está conformado por 157 miembros, quienes tienen por reglamento el uso de la palabra durante una hora y aún faltan 11 oradores en el Congreso Nacional, mientras que la comisión que se formó hace dos días para procurar un acuerdo continúa debatiendo hasta llegar a un acuerdo.

La Constitución aprobada el pasado 7 de febrero establece que en 60 días, contados a partir de su vigencia, debía aprobarse en el Congreso Nacional la Ley de Régimen Electoral Transitorio que normará las elecciones generales del 6 de diciembre de este año.

La oposición ha argumentado la exigencia de un nuevo re empadronamiento o nueva inscripción de todos los votantes bolivianos, donde aproximadamente 4 millones de personas conforman el actual padrón electoral.

La Corte Electoral de Bolivia ha manifestado que necesitaría por lo menos de un año para realizar ese trabajo, cuando el plazo para las elecciones está fijado por la Constitución para el 6 de diciembre y para la fecha restan menos de ocho meses.