Faltando poco más de un mes para que asuma la nueva presidenta de la república, ya comenzaron las negociaciones para definir los cargos de Intendente y gobernadores en nuestra región.
Es realmente vergonzoso advertir cómo los partidos políticos y autoridades se pelean por “agarrar” algún carguito de importancia.
En Tocopilla, la Gobernación Provincial ha permanecido históricamente en manos de la Democracia Cristiana. Ese sector ha estado aferrado a ella y no la quiere soltar. Desde 1990 han pasado por esta repartición Norma Tejada, Alfredo Castillo, Pedro Valdés, Fernando Balbontín, Marcos Montenegro, Jorge Peralta y Christian Castro.
Norma Tejada salió de la gobernación enfrentando denuncias por malos manejos de fondos públicos. Pedro Valdés fue acusado por un supuesto acoso sexual, mientras que Fernando Balbontín también renunció antes de cesar en su periodo. Por su parte, Jorge Peralta también ha sido cuestionado por sus conductas sexuales.
Por la ciudad circulan rumores y comentarios acerca del nuevo gobernador de la provincia. Los nombres van y vienen.
Jorge Peralta se va para la casa y se especula que Fernando Pizarro, actual jefe de administración y finanzas, podría quedarse con el cargo. También han surgido nombres como el de Octavio Villarroel, cuestionado ex Director de la oficina de gestiones de la Zona Franca y Marcos Soza, seremi de gobierno.
El Partido Radical se ha convertido en una fuerza importante tras la elección de sus dos candidatos (José Antonio Gómez como senador y Marcos Espinosa como diputado). Por lo mismo, se ha especulado que podrían optar a la gobernación. Sin embargo, fuentes de El Polémico en Antofagasta señalan que los radicales quieren quedarse con la presa más grande: la Intendencia regional.
El PPD también estaría optando por llegar a la gobernación y de esa tienda colectiva han surgido los nombres de José Camacho, Edmundo Rodríguez (seremi de trabajo) e, incluso, Enrique Novoa. Se sabe que al actual Intendente regional Jorge Molina le quedó gustando la pega y ha manifestado su intención de mantenerse en el cargo, lo que no es visto con muy buenos ojos por los tocopillanos.
Lo cierto es que, llegue quien llegue a la gobernación, será muy poco lo que pueda hacer para contribuir al desarrollo de nuestro puerto, pues existe un marco legal que no permite desarrollar todas las ideas y proyectos necesarios para darle un impulso a Tocopilla.
La diferencia la puede marcar el trato y la forma de relacionarse con la población y el hecho de que el nuevo gobernador se dedique 100% a su cargo, dejando de lado sus placeres personales, por lo menos durante sus horas de trabajo.