INFORMACIÓN OBTENIDA POR NUESTRO MEDIO INDICA QUE DESDE EL AÑO ANTEPASADO SE CONOCÍAN VERSIONES ACERCA DE LAS ACTITUDES DE JAIME VEGA ZAMORA, DE 58 AÑOS, QUIEN HOY ESTÁ ACUSADO DE COMETER ABUSOS DESHONESTOS CONTRA UNA MENOR DE LA ESCUELA 10 Y QUIEN TIENE ANTECEDENTES EN OTRAS LOCALIDADES. SIEMPRE LIGADO A LAS ESCUELAS DE FÚTBOL, EL IMPUTADO SE CARACTERIZA POR VERSE RODEADO DE NIÑOS. “EL POLÉMICO” LO BUSCÓ PARA CONFRONTAR LAS ACUSACIONES QUE PESAN EN SU CONTRA…

Por Fernando San Román B.

El sábado 26 de mayo, La Prensa de Tocopilla reveló un presunto caso de abusos deshonestos contra una menor de la Escuela E-10 Bernardo O’Higgins. Con el paso de los días se confirmó la información y quedó en evidencia un hecho que mantiene preocupados a los apoderados de dicho establecimiento y a la comunidad en general.
Tras las primeras revelaciones, los apoderados cuestionaron a quienes contrataron como auxiliar del colegio a una persona que –según las denuncias- terminó cometiendo abusos contra una inocente niña. Sobre todo sabiendo que el imputado registra antecedentes por casos similares en otras localidades.
Así lo confirmó el diario local al señalar que el sujeto “tiene antecedentes previos por la misma causa en el sur del país”. Posteriormente agregaría que “al parecer ya registraba antecedentes por una causa similar en la nortina ciudad de Arica”.
El Polémico decidió investigar estos hechos y obtuvo antecedentes que permiten confirmar que ya el 2005 circulaban rumores que, por involucrar a menores de edad, deberían haber sido tomados en cuenta.
Jaime Vega Zamora tiene 58 años. Es de Tocopilla, pero partió de la ciudad en su juventud. Hace tres años volvió a nuestra comuna. Otros dicen que venía arrancando. Entrenaba a los menores del club Arauco y tenía una escuela de fútbol de Colo Colo. Siempre ha estado ligado al trabajo futbolístico, principalmente con menores de edad. Hasta el 24 de mayo era técnico de la Furia Roja, el equipo de Tercera División..
Hoy está con arraigo comunal y es investigado por la fiscalía por uno de los delitos más graves y sensibles para nuestra sociedad: la pedofilia.
El “tío Jaime”, como prefiere que lo llamen los niños, vivió en una pensión de calle Sucre, esquina Washington. Llegó allí a fines de 2005. En esa oportunidad, una mujer llegó al lugar y le comentó a las encargadas que iba a retirar a su hija de la escuela de fútbol que dirigía el sujeto, porque éste era “muy cariñoso” y le generaba “desconfianza”. Además, esta mujer tenía antecedentes sobre “problemas” que Jaime había tenido en Arica.
Los vecinos del lugar se manifestaron sorprendidos por las revelaciones y acusaciones contra uno de los residentes del lugar. Sin embargo, tras las denuncias, algunas pobladoras atan cabos y creen haber visto en las actitudes de Jaime una conducta, por decir lo menos, extraña.
“Él siempre se paraba en la puerta de la pensión y jugaba con los niños. Siempre estaba rodeado de niños. Y pasaba metido en una casa de acá cerca, en donde también había niños”, comenta una vecina que prefiere mantener el anonimato.
El imputado dejó la pensión de calle sucre a fines del año pasado. Actualmente vive en el mismo sector, en una pensión ubicada en calle Freire, a metros de una iglesia evangélica.
Los vecinos del lugar le tienen desconfianza. Cuentan que se sentaba en una banca del sector y se rodeaba de niños. Les compraba cosas y jugaba durante horas con los pequeños.
“Yo anoté a mi niña de 9 años en la Escuela de fútbol. Y un amigo me dijo que tuviera cuidado porque el tío –como le decían- decía que mi hija era su polola Y que nadie la tenía que mirar. Una vez él tenía a mi niña sentada en sus piernas. Fue en diciembre de 2006. Él decía que ella tenía cuerpo de mujer. Le prohibimos a mi niña salir a hablar con él”, cuenta una vecina de los alrededores.
J., un menor que iba a la Escuela de fútbol de Jaime Vega, cuenta que el “tío” le compraba cosas a los niños y les daba plata.
“Él contaba que en Arica, donde él tenía una escuela de fútbol, una niña de 14 años se enamoró de él”, relata J. La madre del menor comenta que el sujeto iba a la casa personalmente a cobrar la inscripción para la escuela deportiva “y se quedaba mucho rato conversando”.
En esa misma escuela de fútbol, los niños contaban que el “tío” prefería pasarles personalmente la toalla cuando ellos se duchaban. Le gustaba mirar a los niños desnudos, cuentan.
Otra de las personas que se sorprendió al enterarse de las acusaciones que pesan contra Jaime es la madre de otro menor que participaba en la Escuela de fútbol.
M.J. conversó con nuestro medio y señaló que Jaime Vega tenía buenas relaciones con ella y sus hijos. Incluso, iba a la casa a tomar té o a veces a almorzar.
Sin embargo, su hija se empezó a sentir intimidada por la manera en que el “tío” la miraba y finalmente se alejaron de él. A pesar de lo anterior, el tipo siguió enviándoles cartas y regalos a la niña y a los miembros de la familia. En esas misivas, el individuo pide que no desconfíen de él, que le permitan expresar su cariño y que lo perdonen y entiendan por hacerle regalos a la niña.
La madre reconoce que le incomodaba que le mandara tantos regalos.
¿Por qué nadie verificó los antecedentes de Jaime Vega antes de ser contratado en un establecimiento educacional y sabiendo que se desempeñaba en escuelas de fútbol con menores de edad?

DIÁLOGO CON EL ACUSADO

El Polémico se dirigió a calle Freire para ubicar al acusado de tan graves delitos. Lo buscamos en la pensión que se ubica a un costado de una iglesia. Nos atendió la dueña, a quien le solicitamos conversar con Jaime Vega.
Muy nervioso, el sujeto accedió a hablar con nosotros.
Este es el diálogo que sostuvimos en la entrada de la pensión.

Don Jaime… Soy del periódico “El Polémico” y me gustaría conversar con usted…
Ah, no.
¿Podemos conversar?
Yo no quiero publicidad. No quiero nada. No quiero estar expuesto.
¿Usted está conciente de la gravedad de los hechos de los que se le acusa?
Sí, estoy bien claro.
¿Y qué piensa?
Que no es verdad. Hay muchas contradicciones. Testigos dicen una cosa… Yo hablé con mi abogado…
¿Tiene abogado usted?
Sí.
¿Por qué lo están acusando entonces?
Yo nada he hecho. Me causó extrañeza todo esto. A lo mejor son malas interpretaciones. Lo que dicen no es cierto.
Usted tiene antecedentes en otras ciudades…
No… En Arica tuve algo, pero eso fue por otro tema.

¿Qué tema?
No. Nada. Un papel. Otra cosa.

¿Qué cosas?
Nada.
¿Nada?
Acá todos te tratan de perjudicar.

¿Usted está asustado?
Claro que estoy preocupado, porque realmente las cosas no son así. Y yo estoy solo.

¿Tiene familia?
Sí, en Arica.

Usted intentó huir a Antofagasta.
Mi intención era ir a ver a mi hermana…

Pero tenía que firmar al día siguiente en la fiscalía.
Pero fue un mal entendido. Yo no sabía que tenía que firmar al día siguiente. Traté de ir para estar más tranquilo.
¿Qué hizo usted en la Escuela 10?
Eso no es correcto. Lo que dicen no es así. Las tocaciones no existen. A mí me duele bastante.
Pero hay antecedentes…
No es correcto lo que dicen. Yo no quería caer en eso, porque es incorrecto. Yo quiero ayudar al prójimo y darles cariño a los niños. Si yo veo a un niño desamparado o sin pan, yo se lo voy a dar.
¿Y qué piensa usted de los pedófilos?
Está mal. Yo tengo 14 nietos y soy muy cariñoso. Si yo veo un niño con problemas, lo ayudo.
¿Qué piensa en estos momentos?
Quiero que no me juzguen…
Pero hay antecedentes, hay denuncias…
Pero no me deben juzgar.

JOSÉ BUGUEÑO, DIRECTOR ESCUELA 10:
“A ESTOS FUNCIONARIOS LOS CONTRATA LA MUNICIPALIDAD
Y LOS MANDA PARA ACÁ”

EL DIRECTOR DEL ESTABLECIMIENTO EN DONDE TRABAJABA EL ACUSADO DE PEDOFILIA, ASEGURA QUE LA RESPONSABILIDAD DE LA CONTRATACIÓN DEL SUJETO ES DEL MUNICIPIO Y LA DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN. ASIMISMO, CONFIRMA QUE HACE CERCA DE 1 MES Y MEDIO A DOS MESES RECIBIÓ UN ANTECEDENTE SOBRE LA CONDUCTA DEL IMPUTADO, SIN EMBARGO NO SE LE TOMÓ IMPORTANCIA… TAL VEZ ESA FUE LA OPORTUNIDAD QUE SE PERDIÓ PARA EVITAR QUE UNA INOCENTE NIÑA SUFRIERA LOS VEJÁMENES DE UN PEDÓFILO.

¿Cómo enfrenta el tema el colegio?
En estos momentos, nosotros después de hacer la denuncia correspondiente, hicimos llamar a los detectives. Vino la detective Mathews, hicimos la denuncia y le entregamos los antecedentes que teníamos. Hicimos llamar al apoderado que nosotros no conocíamos. Ni siquiera conocíamos el nombre de la niña. De esto nosotros nos enteramos por los rumores y después por La Prensa. El día que se supo esto la orientadora y el subdirector fueron a conversar con la señora Norma Tejada y se le pidió que sacara a esta persona de la escuela, porque revestía un peligro. Ya el viernes siguiente no vino el caballero. Sin saber aún el nombre de la persona ni de la niña, el día lunes siguiente se llamó a apoderado para que entregara antecedentes. Y grande fue nuestra sorpresa cuando ella nos dijo que no sabía nada. Llamamos a los detectives y le explicamos. De ahí en adelante no hemos tenido ninguna otra información, salvo lo que ha salido en el diario.

¿Cómo se enteran de este tema?
Lo que sé yo es que una de las personas de los proyectos había hablado con un auxiliar que seguramente conversó con los apoderados que fueron a La Prensa a dar la versión, no llegando hasta la dirección. Y si hay rumores es porque algo pasa.

¿Antes de este hecho no se tenían antecedentes?
Mire… Había un antecedente que me entregó la señora presidenta del Centro general de Padres del establecimiento y yo lo di a conocer en el Concejo de Profesores. Fue hace como un mes y media atrás. Y los profesores tuvieron bastante cuidado con este señor, a pesar de que era buen trabajador y no se le veía ningún tipo de actitud extraña hacia las niñas.

¿Y ese antecedente que se manejó hace un mes y medio que decía exactamente?
Decía que habría habido algo en una escuela de fútbol donde este señor habría estado entrenando a unas niñas. Allí, yo les comuniqué a los profesores para que tuvieran cuidado. Pero no había un antecedente concreto. Porque a estos funcionarios los contrata la municipalidad y los manda para acá. Los antecedentes nosotros no los tenemos.

¿Quién debería haber revisado sus antecedentes es el municipio?
El municipio o la Dirección de Educación que es la encargada de los contratos.

¿Qué les diría a los apoderados que están preocupados?
Les diría que confiaran en nuestro personal porque ya no está este caballero acá y pensamos que no va a volver a ocurrir más. Nosotros estamos preparados para enfrentar este tema. Yo creo que la justicia, en merecimiento con lo que ha hecho este caballero, debe darle el castigo que se merece para que no vuelvan a ocurrir estos hechos.