Por Fernando san Román B.
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Mientras preparábamos esta edición de “El Polémico” surgió una denuncia que –lamentablemente- no fue una sorpresa para nosotros. El concejal Patricio Tapia dio cuenta de sobreprecios en la adquisición de una serie de implementos en un proyecto ejecutado por el municipio y que iba en directo beneficio de los niveles pre-escolares de la ciudad.
A esta altura, hechos de este tipo no son una novedad, menos en la administración comunal encabezada por Luis Moyano.
Esta grave situación nos llevó a preparar este ESPECIAL CORRUPCIÓN que tienen en sus manos. En esta edición analizamos a fondo esta lacra que consiste en el abuso de poder por parte de ciertos señores políticos, quienes terminan sirviéndose a sí mismos a costa de los recursos de todos los ciudadanos.
Tocopilla lleva años soportando a estos chupaplata apernados en ciertos puestos que les otorgan poder.
Todo esto nos llevó a analizar los casos más bullados, a buscar las causas de este deplorable acto y a darnos cuenta de que la única solución para terminar con estos focos de sinvergüenzura es barrer de raíz con toda la camarilla de care’ rajas y aprovechadores que habitan en el municipio y en otros servicios públicos y reparticiones.
Pero el asunto va más allá… Según el ex candidato presidencial Tomás Hirsch, todo este sistema es corrupto y esa sería la base del problema. Y no se aleja de la realidad este planteamiento, pues la desde tiempos inmemorables nos hemos encontrado con corrupción y malversación de recursos. Eso ocurre cuando todo gira en torno al dinero y al consumo, pilares del modelo de sociedad que hoy nos rige.
¿Hasta cuando?, nos preguntamos en nuestra portada… Y esa debe ser la pregunta que se hacen cientos de tocopillanos. ¿Hasta cuándo permitimos que nos roben? ¿Hasta cuándo permitimos que se burlen de nosotros? ¿Hasta cuándo aguantamos toda esta humillación?
Ellos no son los dueños de la ciudad. La mafia que controla nuestros recursos y destinos debe ser apartada para siempre. El poder y las decisiones deben estar en manos del pueblo tocopillano y no de un séquito de truculentos que sólo buscan el beneficio personal. La democracia debe ser el camino para superar esta amarga etapa que vivimos.
Debemos avanzar en un nuevo proyecto de ciudad, en donde las personas sean respetadas y escuchadas.
Es hora de decir basta. La solución está en nuestras manos. ¡Es tan fácil acabar con este problema! Sólo necesitamos decidirnos y actuar…
¿Quién se suma?