A RAÍZ DE LA OBSERVACIÓN DE CONTRALORÍA, EL POLÉMICO REVISÓ LAS MEDICIONES DE PM10 ANUALES DE LOS ÚLTIMOS 10 AÑOS Y NOS ENCONTRAMOS CON DESAGRADABLES SORPRESAS QUE DE SER REVERTIDAS PODRÍAN HABER SIGNIFICADO LA DIFERENCIA ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE…
El jueves 28 de junio pasado, se hizo público el documento por medio del cual la Contraloría General de la República toma razón del decreto que declara a Tocopilla como una Zona Saturada de Contaminación. Lo que debería ser un motivo sólo de alegría -por cuanto se da el último paso antes de iniciar el Plan de Descontaminación- se convirtió en motivo de rabia. Esto, luego que el organismo fiscalizador hiciera un alcance, señalando que la autoridad estuvo en condiciones de adoptar las medidas necesarias para la declaración de zona saturada desde el año 2000. No obstante, el gobierno dejó pasar los años y dilató el proceso que recién comenzará este año con la elaboración de un plan de descontaminación.
El organismo fiscalizador señala en el documento que las condiciones para iniciar el proceso de Zona Saturada estaban dadas "al menos a contar del término del primer periodo trianual posterior a la declaración de la estación de monitoreo 'Escuela 10' como estación con representatividad poblacional, mediante resolución Nº 4.066, de 2000, del Servicio de Salud Antofagasta".
Esta observación de Contraloría llevó a "El Polémico" a revisar los datos de mediciones anuales de PM10 durante los últimos 10 años, análisis que arrojó desagradables sorpresas.
Los tres principales responsables aparecen en nuestra portada, pues ocuparon los tres cargos de mayor jerarquía e importancia en el gobierno regional en el último tiempo, desde 2002 a la época.
Importante sería resaltar a los anteriores intendentes, principalmente Dulanto, nombrado por Lagos el 2000 y la anterior directora de la conama regional, Loreto Rubio, quien ocupo esa responsabilidad antes que Patricia De la Torre.
¿QUÉ REVELA EN ALCANCE DE CONTRALORÍA?
El organismo fiscalizador confirma que la autoridad gubernamental no actuó a tiempo, exponiendo a los tocopillanos a un aire saturado por mayor tiempo del que la ley permite.
Contraloría cita la ley 19.300 de bases del medio ambiente y el artículo 2º, en sus incisos 5º y 6º del decreto Nº 59 de 1998 –del Ministerio Secretaría General de la Presidencia- que establece que “la norma primaria de calidad del aire para el contaminante Material Particulado Respirable MP10, es cincuenta microgramos por metro cúbico normal (50 ug/m3N) como concentración anual” y agrega que “se considerará sobrepasada la norma primaria anual de calidad del aire para material particulado respirable MP10, cuando la concentración anual calculada como promedio de tres años calendario consecutivos en cualquier estación monitora clasificada como EMRP, sea mayor o igual que 50 ug/m3”.
Y esto es lo que viene ocurriendo en Tocopilla en los últimos 10 años: según la estación monitora de la Escuela E-10, desde el periodo trianual 1996-1998 a la fecha se viene superando la norma, por lo que se deberían haber tomado medidas urgentes para evitar exponer a los ciudadanos a un ambiente saturado.
Según la normativa, el año 2000 debería haberse iniciado un proceso de declaración de Zona Saturada, pero las autoridades argumentan que la estación monitora de la Escuela E-10 no estaba validada aún. ¿Por qué no se validó antes, entonces? ¿Por qué se esperó hasta el año 2000 para validarla como una Estación Monitora con Representatividad Poblacional cuando cumplía con los requisitos desde mucho antes?
Sin embargo, con la llegada del gobierno de Lagos, uno esperaba que las cosas cambiaran. Pero tampoco fue así. Tanto el primer Intendente (Alfonso Dulanto) como su sucesor (Jorge Molina) mostraron una insensibilidad total en materia ambiental.
Desde 2002 a la fecha se dejaron pasar los años, mientras en la gobernación teníamos a Jorge Peralta pagado por el gobierno, pero trabajando para los intereses de Electroandina.
¿Qué pasaba con la directora de la conama regional? Desde 2002 a la fecha ocupa ese importante cargo Patricia de la Torre, una tecnócrata insensible que tampoco tomó cartas en el asunto.
Así, se superó la norma en el periodo 96-98, luego ocurrió lo mismo el 97-99, y algo idéntico sucedió en el periodo 98-2000. Y así, suma y sigue: se supera la norma en el periodo 99-2001, también el 2000-2002 y lo propio ocurre el 2001-2003, el 2002-2004, el 2003-2005 y finalmente el 2004-2006. Es decir, ¡10 años expuestos a un aire saturado! ¡10 años llenando nuestros pulmones de tóxicos capaces de generar graves patologías respiratorias y cánceres! Y cuando la ley y las normas les entregaron las herramientas a las autoridades de turno, tampoco actuaron.
OTROS ANTECEDENTES REVELADORES
Según el Comité de Defensa del Medio Ambiente, el año 2002 ya estábamos saturados por material sedimentable. Así lo consigna el Codemat en un estudio publicado el año 2003. ¿Por qué la autoridad no actuó?
Se debe agregar que un estudio de la consultora Soluziona GSA publicado el año 2000, aseguraba que el año 1999 ya estábamos saturados por PM10 en virtud de las normas.
“La concentración entre el valor de las concentraciones ambientales medidas el año 1999 y las normas chilenas de calidad del aire, indica que la ciudad de Tocopilla está al menos latente por SO2 y saturada por Pm10 y ozono”, afirma textualmente el documento.
¿Por qué las autoridades no actuaron? ¿Y por qué los que vinieron después tampoco lo hicieron y recién el 2005 se produce el primer pronunciamiento?
A esto se suma que en diversos episodios la comuna estuvo en situación de latencia cuando se bordeó el 80% de la norma, como establece la ley. En estos casos de deben elaborar planes de prevención, lo que habría evitado exponer a los tocopillanos a una zona saturada en la que la salud se ve gravemente afectada.
Queda claramente establecido que la autoridad gubernamental –principalmente entre los años 2000 a 2005 y 2006- no hizo su trabajo como correspondía. Y este “error” expuso a los ciudadanos de Tocopilla a altas concentraciones de contaminantes. ¿Quién paga por las enfermedades y por las muertes? ¿Quién se hace responsable por este acto criminal e inhumano?
Al constatar que se actuó deliberadamente y en resguardo de intereses económicos poderosos, no debiera sorprendernos ver los saltos que se pegan las autoridades desde las gobernaciones a Electroandina.
Los responsables deben pagar.
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PROMEDIOS HISTÓRICOS
Si el promedio de la norma anual durante tres años es igual o superior a 50 mg/m3N, estamos saturados.
Veamos las mediciones de la Estación de la Escuela E-10 en los últimos 10 años.
Promedios históricos cada 3 años de PM10 en Estación Escuela 10.
Promedio
1996-1998: 76 mg/m3N (superó norma)
Promedio
1997-1999: 75 mg/m3N (superó norma)
Promedio
1998-2000: 70 mg/m3N (superó norma)
Promedio
1999-2001: 63 mg/m3N (superó norma)
Promedio
2000-2002: 59 mg/m3N (superó norma)
Promedio
2001-2003: 56 mg/m3N (superó norma)
Promedio
2002-2004: 56 mg/m3N (superó norma)
Promedio
2003-2005: 52 mg/m3N (superó norma)
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Y QUE PASARÍA SI…
¿QUÉ SUCEDERÍA SI DAMOS INICIO A UNA CAMPAÑA DE RECOLECCIÓN DE FIRMAS PARA ENTABLAR UNA DEMANDA COLECTIVA A QUIENES RESULTEN RESPONSABLES POR ESTOS DAÑOS?
Por Juan Vásquez Palma
Tocopilla como Zona Saturada por la Contaminación ya es cuento viejo para nosotros, generalmente tenemos la impresión de que ya se ha dicho todo y cada vez los porfiados hechos nos demuestran lo contrario.
Lo último, y parece ser la gota que rebalsa el vaso, es la indicación en el informe de Contraloría, sobre el conocimiento real, por parte de autoridades de la época al año 2000, de que la contaminación en Tocopilla había superado las normas permitidas, y lo peor… además de no haber hecho nada al respecto, es que desde entonces la situación no sólo no ha cambiado, sino que ha empeorado con el paso del tiempo, llegando a los extremos que hoy conocemos, con sus secuelas de enfermedades y muerte en la población tocopillana.
La pregunta obvia ahora es: ¿quién paga a las víctimas -la comunidad tocopillana- por el daño causado a la salud y a la calidad de vida durante estos siete años?
¿Qué sucedería si damos inicio a una campaña de recolección de firmas para entablar una demanda colectiva a quienes resulten responsables por estos daños?
Entre las posibles reparaciones a que podría dar lugar una acción de este tipo podría darse por ejemplo una rebaja considerable en los cobros de la energía eléctrica a la población afectada por la empresa que aporta el mayor nivel de contaminación a nuestro aire… además del pago de costos de tratamiento a quienes pudieran demostrar daños directos a la salud.Como equipo de “El Polémico”, creemos que a lo menos debemos someter esta idea a consideración de los afectados, o sea, la comunidad tocopillana.
(Edición Nº 75 - 6 de julio de 2007)
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