AFECTADO PIDE QUE MILAN VLAHOVIC SE SAQUE LA VENDA DE LOS OJOS Y TOME CARTAS EN EL ASUNTO

El poblador tocopillano Arturo Rojas Guerrero llegó hasta la redacción de nuestro periódico para denunciar el que califica como trato humillante de parte de la encargada de los jóvenes embolsadores del Supermercado Colón, a quien acusa de menoscabar a su hijo Bryan Rojas Navea, de 16 años, quien estudia en el Liceo Domingo Latrille.
“La encargada de pasillo del Colón, jefa de personal, tiene un trato terriblemente humillante en contra de 30 muchachos que trabajan embolsando. Este hecho yo lo conversé con Don Milan Vlahovic, administrador del supermercado. A mi hijo lo humilló, le bajó la autoestima. Mi hijo estuvo encerrado en casa. Han pasado más de dos semanas y aún estoy esperando una respuesta para integrarlo de nuevo, pero no se ve que haya un espacio”, comenta Arturo.
El poblador afirma que el trato déspota que ejerce la mujer contra los jóvenes es un hecho conocido por todo el mundo:
“Todos lo comentan, todos saben. Pero nadie interviene”, afirma.
“A mi hijo lo pasaron a una caja de factura y caja donde él trabajaba estaba vacía y para hacerla mejor él se fue a la caja que estaba vacía. Porque su ganancia depende de las personas que atiendan. Y la mujer tuvo un encontrón con él”, relata el tocopillano.
El afectado asegura que formula este reclamo “porque se ve que con esta señora no hay nada que hacer”.
“Ella es ley allí. Ella manda y controla todo. Mi hijo tiene 16 años y yo jamás le he pegado o lo he humillado y no vamos a aceptar que reciba humillaciones de alguien que ni siquiera le da un pan”, indica.
“Los embolsadores y trabajadores que no puedo nombrar me han encontrado toda la razón. Porque saben que es así. Yo no busco comprometer al supermercado Colón. Como papá estoy agradecido del espacio de trabajo que Don Milan le ha dado a mi hijo. Pero acá hay un problema que atender”, agrega.
“Acá hay temor, nunca han reclamado los demás. Los niños están a primera hora, son responsables. Es una etapa que pasan, con responsabilidad y se ve que cada niño se gana 5.000, 10.000 pesos al día. Muchos lo hacen por necesidad y a veces por ayudar a sus familias. Mi hijo trabajaba por un fin de tener un par de zapatillas especiales con amortiguadores por un problema médico”, explica Arturo Rojas.
Arturo afirma que “ya está bueno de humillaciones y si luchamos contra la droga y delitos en los menores, démosle un espacio entonces”.
“Yo todo lo que hago es sin recibir nada a cambio. Pertenezco a una institución donde pocos llegan. Ahí no se paga”, señala.
El poblador le envía un mensaje al jefe del supermercado: “Don Milan, como jefe, debería sacarse un poco la venda y ver lo que hace la persona que tiene a cargo de la parte de pasillos. Que se dé un espacio y hable con ella o bien que la cambie y ponga a una persona adecuada. Yo no sé si tendrá hijos esta señora, porque tampoco le gustaría que los humillaran”.
Y a la encargada de los embolsadores también la encara: “Que se acuerde bien de donde venía, porque ella salió de una caja igual que los otros. Era una trabajadora. Mejor se hubiera quedado detrás de una caja”.
“Además, un requisito puesto por ella es que los embolsadores le compren a ella misma una cotona a 2.500 pesos cuando entran”, agrega.
“Como papá le agradezco a Don Milan, porque a las finales él es el jefe. Pero debería sacarse la venda”, concluye.