UNO TIENE MÁS QUE CLARO QUE QUIENES ESCRIBEN EN EL DIARIO ESTÁN SOMETIDOS A UNA RIGUROSA PAUTA QUE NO LES PERMITE TOCAR CIERTOS TEMAS. PERO LO QUE NO DEBERÍA OCURRIR NUNCA ES QUE MIENTAN O QUE ENTREGUEN INFORMACIONES MAL REDACTADAS Y CON IMPRECISIONES

A mediados de la semana pasada, el diario local La Prensa de Tocopilla cambió de formato y se presentó con un nuevo diseño y diagramación, en un intento por captar público y aumentar sus ventas. Al mismo tiempo, subió su precio a $250 e introdujo más elementos de farándula en su contenido.
Para introducir la nueva Prensa, en los últimos días han salido a las calles algunas promotoras. Por ese motivo, algunos viejos califas que jamás han leído La Prensa, han reconocido haber comprado el periódico local sólo porque se los vende una mujer.
Sin embargo, en lo medular, el diario es el mismo y no ha cambiado en nada.
Se trata de un simple retoque, motivado seguramente por la preocupación que causa en la cadena El Mercurio la circulación de otros medios independientes en la región.
La Prensa sigue siendo un diario mediocre, que no está comprometido con la gente y que sirve a intereses políticos y empresariales ajenos al bien común.
Tanto así, que la empresa Electroandina y sus filiales saludaron el cambio de diseño del diario y lo calificaron como su vocero.
Pero eso no es todo…
Uno tiene más que claro que quienes escriben en el diario están sometidos a una rigurosa pauta que no les permite tocar ciertos temas. Pero lo que no debería ocurrir nunca es que mientan –como cuando inventaron un Chupacabras (leer nota) en una población en base a rumores que databan de hace 3 o 4 años- o que entreguen informaciones mal redactadas y con imprecisiones (como ha ocurrido bastante seguido).
Un error evidente y que llamó la atención de muchas personas lo cometieron en la edición del sábado 30 de junio. En su portada alusiva a la visita de la Ministra del Medio Ambiente afirman que los tocopillanos están “cansados por demora de la firma de decreto de zona saturada”, a pesar de que el famoso decreto está firmado por la presidenta desde el 9 de mayo y a la fecha de publicación del diario habían pasado tres días desde que la Contraloría tomó razón del documento en cuestión. ¿Por qué publican una barbaridad como esa?
Y como si esto fuera poco, en la nota interior cometen otra grave imprecisión al confundir la firma y toma de razón del decreto con una “promulgación de ley”.
Uno puede llegar a entender que cometan errores de tipeo, incluso de ortografía, pero no que escriban este tipo de cabezas de pescado.
De todos modos felicitamos a La Prensa por su cambio de imagen, pero los instamos a impulsar un cambio en el tratamiento de las noticias y los llamamos a responder a las necesidades de los pobladores, no de quienes someten a la gente día a día.