Este sábado 8 de diciembre, alrededor del mediodía, los vecinos del sector cerro, -o sea, los que levantan sus viviendas en las faldas de los cerros aledaños a Tocopilla, uno de los sectores más afectados por el reciente movimiento telúrico que azotó al puerto- vieron con horror como una amenazante mole de hierro se les venía encima…
Para quienes no estén enterados, como parecen no estarlo los dueños S.Q.M., la que hasta hace unos treinta años fuera una pujante empresa estatal productora del “Oro Blanco”… y que hoy aparece como uno más de los “milagros” del sistema de libre mercado… en manos privadas (y con utilidades privadas)... hace menos de un mes un violento terremoto dio por tierra con gran parte de las viviendas de Tocopilla, y el resto, cual más cuál menos… todas resultaron afectadas con daños que de una manera u otra habrá que enfrentar.
Es inentendible el paso de una locomotora a través de un sector que hace menos de un mes ha sido afectado por un terremoto, al cual las constantes réplicas aún hacen a sus sufridos habitantes temer por sus vidas y las de sus familiares. Esto parece por lo menos un descriterio (o sea, la obra de un descriteriado), en el que priman los intereses económicos por sobre el valor de la vida humana.
La explicación que ha surgido por parte de representantes de la empresa es que sólo se trataba de una prueba… y esta explicación, en vez de aclararnos las dudas acerca del procedimiento empresarial, nos plantea más interrogantes:
1.- ¿Qué pasa si después del paso de la locomotora no se cae ninguna casa ni se produce ningún derrumbe?... entonces va a pasar el convoy (locomotora con carros)…
2.- ¿Qué pasa si después del paso del convoy no se cae ninguna casa ni se produce ningún derrumbe?... ¿siguen pasando carros hasta que se caiga una casa o se produzca un derrumbe?
Ya es momento de que nos pongamos serios y también lo hagan las autoridades, y si no son capaces de asumir su responsabilidad… pues que renuncien.
Digámoslo muy claro: En ese lugar, junto a los vecinos que pararon la locomotora debieron estar sus autoridades, protegiendo la integridad física de su gente, y sus casas, que a cada réplica quedan un poco más debilitadas en sus estructuras… y con más peligro de derrumbarse… no sólo carabineros protegiendo la locomotora…

Los vecinos no aceptarán una amenaza de este tipo y ya están organizados para -si es necesario- parar el tren y defender su seguridad y la de su gente.