EL ASISTENCIALISMO NO SE HA HECHO ESPERAR Y ESTOS TIPOS HAN ACUDIDO RÁPIDAMENTE EN AYUDAS MENORES QUE, POR SÍ SOLAS, NO SOLUCIONARÁN LOS PROBLEMAS FUTUROS QUE SE DESATARÁN, ESTO ES, LA ACENTUACIÓN DE LA ESCASEZ DE VIVIENDAS EN LAS CIUDADES MENCIONADAS.

Por Luis Aranguiz, Antofagasta.

A pocos días de ocurrido el sismo de proporciones que afectó a Tocopilla y otras localidades cercanas, se han producido una serie de hechos posteriores que, como ya es costumbre, son la tónica acostumbrada del actuar de los chilenos frente a este tipo de emergencias. Asombro, compasión y el inicio de campañas de todo tipo para ayudar a los afectados. Particularmente por parte de autoridades y personalidades del mundo publico y privado, eso sí con fondos y ayuda provenientes del chileno común y muy poco de los fondos que maneja el gobierno o las empresas. Es innegable la incertidumbre de muchos nortinos ante la perdida de sus viviendas, escasez de agua y especulación en torno a la venta de alimentos y enseres básicos, incertidumbre que es muy bien aprovechada por algunos…
El miedo inicial ante el movimiento telúrico a dado paso a una inquietud con suerte de desesperación ante el precario panorama que enfrentan los afectados, principalmente, modestos pobladores de Tocopilla, en menor grado del poblado de María Elena.
El asistencialismo no se ha hecho esperar y estos tipos han acudido rápidamente en ayudas menores que, por sí solas, no solucionarán los problemas futuros que se desatarán, esto es, la acentuación de la escasez de viviendas en las ciudades mencionadas. Casi el 40% de casas en Tocopilla fueron destruidas y las restantes afectadas seriamente; huelga aclarar que de este porcentaje la mayor parte corresponde a viviendas sociales básicas (aquellas entregadas a los sectores de menores ingresos), lo que manifiesta la irresponsabilidad del gobierno en dictar escuetos parámetros de calidad de construcción de las mismas y, por supuesto, la mediocre ejecución de los trabajos con materiales de baja calidad por parte de las empresas privadas que se adjudican la construcción de estas viviendas.
Al día siguiente de ocurrido el terremoto la Presidenta la República visitó las zonas afectadas, pero hasta ese entonces aún no llegaba ayuda a los afectados, de hecho en Tocopilla sólo en la tarde del día siguiente y posterior a la visita de la mandataria se constituyó el comité de emergencia respectivo a objeto de afrontar la situación.
O sea, las autoridades locales reciben primero a las nacionales para las palabras de ánimo a los afectados frente a la prensa, el recorrido por las calles céntricas y raudamente partir a otro lugar a montar el mismo show a objeto de aparentar que se está con la gente (con marketeo incluido para las próximas elecciones) y después vemos como ayudamos a los afectados.
Los parlamentarios locales, por su parte, han iniciado una campaña para acudir en ayuda de algunos afectados, lo que por sí solo no tiene nada de malo; pero estos mismos parlamentarios jamás han propuesto proyecto de ley alguno para que las construcciones de viviendas sociales básicas sean dignas y cuenten con el tamaño y calidad adecuadas. Sabido es la mala calidad de los materiales y el insignificante tamaño de estas viviendas que fomenta el hacinamiento y la violencia al no otorgar una buena calidad de vida a sus habitantes. Demás esta decir que, tampoco estos parlamentarios han presentado proyecto de ley que permita sancionar a las empresas que construyen inadecuadamente estas viviendas y que permita indemnización a quienes han sido estafados por estas constructoras. En fin, todos corren mientras dura el efecto terremoto, pero al igual que las réplicas que van disminuyendo la intensidad del movimiento inicial, poco a poco se irá diluyendo también, la preocupación efectiva hacia quienes habitan estas viviendas sociales básicas.

POR UNA VIDA DIGNA PARA TODOS
Comité Local AntofagastaMovimiento de Izquierda Revolucionaria