A 5 meses de inciadas las movilizaciones por la educación en Chile, los estudiantes siguen movilizados y el ambiente se tensiona cada vez más, debido a la posición intransigente del gobierno que se niega a escuchar las demandas de cambio.

Miles de jóvenes, secundarios y universitarios, se mantienen en paro, toma o movilizaciones a lo largo del país, siendo la última expresión de este gran movimiento este 18 y 19 de octubre durante el paro nacional que congregó marchas y expresiones de todo tipo en Santiago y las diferentes regiones. Fueron miles los que marcharon pacíficamente. Sin embargo, el gobierno y los medios sólo destacaron los incidentes ocurridos al final de esta movilización, cuando algunos encapuchados y desconocidos provocaron destrozos.

En tanto, este 20 de octubre se produjo la toma del ex congreso nacional en Santiago, ocasión en que un grupo de estudiantes, ecologistas, apoderados y pobladores mantuvo una protesta por más de 8 horas, siendo detenidos tras desalojar la sede parlamentaria a eso de las 22:00 horas.

En lo que va de estos meses ha habido decenas de marchas en todo Chile, hay decenas de establecimientos y universidades en toma y el gobierno se niega a ceder ante las demanas que cuentan con un apoyo del 80% de la ciudadanía según diversas encuestas.

El 2006 los secundarios ya habían protagonizado la llamada revolución pingüina, pero fueron engañados por los políticos de turno, por lo que hoy la posición de los estudiantes es firme y decidida, buscando soluciones de fondo y no parches.

La última mesa de diálogo con el gobierno se quebró hace algunas semanas, cuando el Ministro de Educación, Felipe Bulnes (que sucedió a Lavín hace algunos meses) aseguró que no había disposición a avanzar en la gratuidad de la educación.

La ciudadanía está pidiendo una reforma tributaria para aumentar los impuestos a los grandes grupos económicos, pero el gobierno se niega. Además, el ítem de Educación del Presupuesto 2012 que presentó al congreso el Presidente, es claramente insuficiente según los estudiantes, rectores y parlamentarios de oposición.

En medio de la represión vivida en varias movilizaciones, también han surgido denuncias de Carabineros infiltrados que provocan incidentes o agitan a otros para que los realicen. Luego el gobierno utiliza los hechos de violencia para justificar más represión, criminalizar el movimiento y tratar de debilitar la lucha que lleva varios meses.

Así las cosas y a días de que comience a debatirse el presupuesto 2012 en el congreso, el ambiente sigue tenso en el país y todos se preguntan en qué va a terminar este agitado panorama que vive Chile. Lo que está claro es que este movimiento estudiantil secundario y universitario dejó de ser sólo un movimiento de los jóvenes y pasó a ser una lucha de toda la ciudadanía.