Cuando escaso es el aroma festivalero que se mantiene en el ambiente farandulero, aun hay algunos personajes que tratan por todos los medios de demostrar sus cualidades para enfrentar al terrible monstruo de la Quinta Vergara.
TOCOPILLA no puede estar ausente a esta realidad y aunque ustedes no lo crean, debiésemos haber aportado con un número a esta nueva versión del festival y haber enviado a nuestro humorista estrella , el señor alcalde de la comuna, Don Luis Moyano Cruz: rey de las tallas, de los chistes, los chamullos, las mentiras, las historias, etc., etc., etc.
Imagínense ustedes a nuestro alcalde con toda su labia, entrando al escenario con su furgón blanco, conducido por el siempre energético cotita, parado sobre la quinta y cantándole a todos que en Tocopilla se están ejecutando 27 proyectos… Perdón, me informan que son 28… No, van en 29. Pero ya, dejémoslos en 30. Con esa prestancia abismante que tiene que hasta James Dean aplaudiría de pie. Estamos seguros que sería un éxito y hasta sacaría gaviota.
La pregunta que asusta y debemos hacernos es ¿QUE PASARÍA SI LO PIFIASEN? SERÍA MEJOR QUE SE LO CHIFLASEN DIJO ALGUIEN DEL CONCEJO... HAY DOS OPCIONES.
¿Sabe usted qué pasa con nuestro alcalde cuando su persona es motivo de burlas, pifias, palabrerías u otros epítetos que hieren su orgullo (le queda)? Lamentablemente esto ha quedado demostrado en la visita de Bachelet, en la ceremonia final del mini mundial, en su visita al Liceo Domingo Latrille, y en varios actos más en donde, sin contemplaciones, Luis Moyano ha sufrido en carne propia la adversidad y ha sido pifiado. Y ha pasado lo mismo que pasaría en Viña del Mar, se le salió lo roto, lo soberbio, lo petulante, lo rasca y podríamos ver la falta de humildad, la ordinariez que tiene a flor de piel. Y lo más penoso, que se despacha unas frases para el bronce que sólo acrecientan la pena por el personaje...
Moyano, desde aquí te digo, que este no es el alcalde que yo quería, ni mi mami, ni mi hermana, ni mi tía, ni mi tío, ni mis amigos... y no es necesario que me digas nada para taparme la boca. La tengo tapadita de sorprendido que estoy al darme cuenta de la caga’ita que me mandé al darte mi voto... Así es que, por ahora, sólo el jote de plata para ti…
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