La tocopillana Mercedes Abraham Guzmán se encuentra impedida para trabajar desde hace varios meses debido a una enfermedad que la
aqueja. Por ese motivo dejó de atender el puesto Nº 6 que tenía en el Mercado Municipal e inició conversaciones con el municipio para evitar endeudarse por concepto de pagos de arriendo de piso.
Sin embargo, pese a su voluntad para cancelar el saldo, Gabriel Rojas, administrador de recintos municipales, descerrajó el candado de su local, ingresó a él y se lo entregó a otra persona.
“Me abrieron el local y pusieron a una persona ahí. Yo tengo una deuda con el municipio y me estoy poniendo al día con un convenio. Envié cartas, hice los esfuerzos. Pedí que me rebajaran los intereses hace cuatro meses. Yo tengo una enfermedad. Y este caballero llegó y le entregó a otra persona mi local del mercado. Lo rompió. Le rompió el candado y se metió. Y tanto que me costó levantarlo. El terreno es municipal, pero la estructura es de uno, yo la pagué e invertí.”, se lamenta la señora Abraham.
“Yo busqué mucho al señor Rojas. ¿Quién lo autorizó a meterse a mi local? ¿Quién lo autorizó a romper mi candado? Hace como un mes que me di cuenta, pero la señora tenía ocupado el local desde hace un mes. Y nadie responde”, reclama.
Mercedes no entiende la actitud del municipio. Ella conversó con Gabriel Rojas y con el alcalde Luis Moyano y se dio la tarea de escribir una carta y buscar la mejor solución a su problema. Pero de nada sirvió.
“Yo, antes que ocurriera esto conversé con el alcalde. Pero el alcalde me faltó el respeto y me hizo sentir muy mal. Me dolió. Yo le dije que mi situación estaba mala, que yo estaba enferma y no podía trabajar y que me costaba cancelar toda la deuda. Y me dijo ‘acaso quiere que yo le dé plata’. Me trató como si yo anduviera mendigando. Yo recuerdo que cuando estaba Don Aleksánder Kúrtovic nunca me pasó esto, jamás me trataron así. Nunca”, recuerda la pobladora afectada.
“Yo traté de buscar una solución, le pedí al alcalde que me autorizara para arrendar el local y no quiso. También le dije que yo podía retirar la estructura, pero que me dejaran exenta del pago del arriendo de piso del local. Y no accedió. Hice todos los esfuerzos y no me tomaron en cuenta”, agrega.
El 30 de noviembre de 2005 Mercedes envió una carta al municipio pidiendo comprensión y manifestando su voluntad de solucionar el conflicto. Sólo perdió tiempo y papel.
“El señor Gabriel Rojas llegó y rompió el local. ¿Qué pasa si yo lo demando por las cosas que había adentro y se perdieron? Y él dice que no me encontraba, que no encontraba mi casa. Yo soy tocopillana, todos me conocen. Y he trabajado toda una vida en el mercado. Yo estoy desde el 70’ más o menos”, señala Mercedes.
“Hace poco pude hablar con Gabriel Rojas y él se cerró y me dijo que yo debía plata al municipio, que yo tenía deudas. Pero no sólo yo tengo deudas, todo el mundo debe en el mercado. Y yo estaba pagando responsablemente y con esfuerzo. Y yo le dije que la deuda no le da derecho a destruir el candado y meterse a mi local. Él tenía que hablar conmigo. Yo vivo en calle Matta, todos saben donde habito”, indica Abraham.
“Yo busqué todas las maneras de solución y no me escucharon. Y me atropellaron”, expresa muy molesta la pobladora.
“El alcalde y Gabriel Rojas van a llegar a tener mi edad, van a llegar a viejos, y se van a dar cuenta y van a vivir en carne propia la falta de respeto que se tiene con los ancianos”, concluye la tocopillana.
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