Una lamentable actitud han asumido públicamente un grupo de trabajadores de la termoeléctrica contaminante Electroandina, específicamente del Sindicato Nº 1, quienes en una declaración llena de mentiras, defienden a su empresa y llaman a no declarar Zona Saturada.
Es falso cuando señalan que con estas medidas se verán afectadas "otras actividades económicas, tales como panaderías, locomoción colectiva y vehículos de todo tipo que emitan gases por sus escapes, faenas mineras, portuarias", ya que lo que contempla la norma es que los responsables -en este caso Electroandina principalmente- deben ajustarse a la norma y reducir sus emisiones.
Es un chiste cuando afirman que estamos "ante una amenaza" y que la ciudad "se encuentra ad portas de una depresión, producto de la potencial paralización de las centrales eléctricas u la probable falta de inversión en modernización o construcción de nuevas unidades generadoras".
Los autores de la carta deberían saber que la verdadera amenaza la constituyen precisamente las empresas contaminantes -como Electroandina- que son irresponsables y que provocan graves enfermedades a nuestra población.
Los trabajadores y supuestos dirigentes que firman esta declaración deberían sentir vergüenza. ¿Los presionaron para que la escribieran? ¿Los amenazaron? ¿Les pagaron?
Reiteramos: cuando está en juego la salud y la vida de los ciudadanos, no se puede defender lo indefendible. Nadie quiere cesantía ni depresión. Todos queremos progreso. Pero no sacamos nada con tener desarrollo si nos estamos muriendo de cáncer...