Entusiasma la idea de reflexionar sobre nuestras manifestaciones culturales y es el principal motivo que me impulsa a colaborar con esta nota en medio de un agitado y festivo ambiente que nos ubica ya a las puertas de un nuevo año.
Recuerdo que la mayoría de quienes participaron en las jornadas de diagnóstico para la elaboración del Plan de Desarrollo Comunitario (Pladeco) impulsadas por la Consultora Kunza, reconocían la falta de identidad de los tocopillanos como una de nuestras mayores debilidades y a mi juicio ello es producto del desconocimiento que tiene la mayor parte de nuestra comunidad respecto a qué elementos, acciones, personajes, conductas colectivas, paisajes geográficos y humanos, son parte de la identidad de nuestro puerto.
Entre una de las manifestaciones populares más características de nuestra identidad local está la construcción y quema de monos de fin de año. Actividad que además es una manifestación de identidad de barrio, que representa a los habitantes del sector donde se construye el mono, quienes se movilizan colaborando en la colecta para el engrudo o para conseguir periódicos viejos o cualquier otro elemento necesario que requieran “nuestros artistas”. De ahí la importancia de mantener esta tradición en los lugares donde hasta ahora se ha desarrollado, en los barrios. No es recomendable alterar el curso normal de esta manifestación que por ser identitaria, lo es también cultural y desde ese punto de vista todos debemos tomar una activa postura de promover y difundir aquello con lo cual nos identificamos y nos sentimos orgullosos los tocopillanos, como lo es la quema de monos.
Si bien esta manifestación tiene la madurez suficiente que le permite ser la oferta cultural de la comuna, también debemos reconocer que como toda expresión cultural es un proceso dinámico y cambiante que ha ido evolucionando en su calidad con el transcurso del tiempo. Pero puede ser mejorado si, por ejemplo, tendemos a la difusión de los dibujos animados de antaño, o si velamos porque la creación artística no se tiña de tanta sangre en una época en que ya se hacen necesarias campañas por la no violencia, incluso en los juguetes de nuestros pequeños. O dar paso a la creación propia, donde la imagen de la figura a construir salga del ingenio de cada artista, sin que ello represente una copia de algo o alguien de la televisión.
Indudablemente los medios de comunicación masiva tienen una gran y constante influencia en el subconsciente popular, logrando conformar patrones en nuestra vida diaria y no está ajeno a ello el arte. Por otro lado, son una herramienta que nos permite difundir, como ocurrió este año con la construcción de los monos en Tocopilla, a través de Televisión Nacional. Quemar monos en esta fecha significa despedir el año viejo con la esperanza de otro venidero más próspero y donde el mono es la estrella sólo hasta la media noche. Luego es el ser humano que, mediante la acción de quemar, pasa a ser el protagonista del futuro en la construcción del día a día.