El diputado del Partido Radical Socialdemócrata, Marcos Espinosa, anunció que para el mes de abril estaría listo el decreto que establece a nuestra comuna como Zona Saturada de contaminación y que daría luz verde a la aplicación de varias medidas técnicas para solucionar el grave problema que afecta a los habitantes de Tocopilla.
El anuncio fue hecho luego que el parlamentario radical se reuniera este lunes 19 de marzo con la Directora Nacional de la Comisión Nacional de Medio Ambiente, CONAMA, Ana Lya Uriarte, la Directora Regional de la misma institución, Patricia De Latorre y el Director Nacional de Descontaminación.
En un comunicado enviado a los medios, Espinosa aclaró que la principal preocupación de la comunidad tocopillana radica en que “nuestro país está expuesto a futuras crisis energéticas y por lo tanto el precio de los combustibles menos contaminantes tendería a aumentar y dentro de las políticas de las empresas estaría la opción de preferir combustibles fósiles, que acentuarían más el grave problema de contaminación que vive Tocopilla y sus alrededores”
“Si nosotros no adoptamos pronto las medidas que la ley de Bases del Medio Ambiente estipula para las zonas saturadas de contaminación, como es el caso de Tocopilla, indudablemente nos vamos a ver envueltos en una situación bastante más compleja”, aclaró el legislador.
En conversación con nuestro periódico, Espinosa afirmó que "el decreto se firma sí o sí".
"Electroandina y Norgener tienen que hacer inversiones en mejora de sus procesos productivos, porque en todas las comunas donde se ha decretado Zona Saturada las empresas debieron readecuar sus procesos, ya sea a través de compra de filtros o cambio de insumos. Aquí tiene que primar el sentido de la responsabiliad social empresarial y se debe tener como norte el principio de vivir el un lugar libre de contaminación como está consagrado en nuestra constitución", agregó.
El parlamentario llamó a la ciudadanía a "entregar sus sugerencias y opiniones sobre las posibles medidas para disminuir la contaminación", al tiempo que instó a los actores sociales a "generar una instancia amplia de participación ciudadana".
Finalmente, el diputado radical aclaró que como parlamentario de la zona ejercerá una exhaustiva fiscalización para que se cumplan las medidas incluidas en el plan de mitigación, una vez que este comience a operar.
La más grande, amplia y profunda violación de los derechos humanos es la discriminación y la opresión que sufrimos nada menos que la mitad de la humanidad: las mujeres. Una segregación sexual que se viste de diferentes disfraces y formas y tiene grados de intensidad según el lugar geográfico donde nacemos.
El mayor enemigo para la integridad física de la mujer es el hambre. La femenización institucionalizada de la pobreza hace que el 70% de las cerca de 20.000 personas que mueren cada día, así como siete de cada diez que duermen con el estomago vacío cada noche seamos nosotras, y eso cuando en un lugar como, por ejemplo, el África Subsahariana, somos productoras del 80% de los alimentos, mientras que poseemos tan solo el 1% de la tierra.
La mujeres también somos dos tercios de 770 millones de adultos excluidos del privilegio de conocer la magia de las letras y las palabras. Somos el 80% de los refugiados errantes y sin hogares del mundo, la mitad de los 38 millones de afectados por el sida. Morimos medio millón al año durante el parto, dejando huérfanos a millones de niños. 130 millones hemos sido sometidas a la mutilación genital para que ni se nos ocurra descubrir el misterioso punto G.
Por si fuera poco, el feminicidio acaba cada año con la vida de miles de nosotras. En el 2006, una de cada tres era golpeada, violada y maltratada en la llamada violencia doméstica, alrededor de 4500 fuimos asesinadas bajo el pretexto de crímenes de “honor”, sin contar las casi 500 exterminadas en Juárez, México.
Millones, algunas de tan solo 7-8 años somos secuestradas, engañadas, maltratadas y explotadas en el negocio del sexo para el disfrute de “hombres honorables”.
En África, somos unas siete mil niñas trokosis (“esposas de los dioses"), que con las muñecas en los brazos nos arrancan de nuestras hogares para que paguemos en los monasterios, con nuestro cuerpo y trabajo, las deudas de la familia a los sacerdotes.
En otros lugares, la alteración que provoca la simple exhibición de nuestra melena en las hormonas masculinas y, por consiguiente, en el orden social, es de tal calibre que nos condenan a latigazos e incluso a la pena de muerte. Cada año, una decena somos apedreadas por ser violadas, prostituidas o simplemente por amar al otro o a la otra sin el permiso de las autoridades publicas o privadas.
Decenas de miles de quienes sobrevivamos de estos “percances” perdimos la vida bajo las bombas y misiles que no paran de caernos encima en una veintena de países del mundo. ¡Macabras cifras frías!
En los pequeños y relativos paraísos, que afortunadamente los hay, no dejamos de ser ciudadanas de orden inferior. En muchos países cobramos menos que los hombres por el mismo trabajo. Aguantamos todo esto y más... ¡y aun nos llaman el sexo débil!
Sin tener voz en la toma de decisiones y sin el ejercicio del poder es imposible cambiar esta triste realidad. En la esfera del poder político y a estas alturas de la historia, gobernamos sólo trece mujeres y a tan sólo el 10% de la población humana. Por ello, los ciudadanos de
Soñemos la igualdad, construyendo el futuro.
Desde las 21.00 horas del sábado 3 de marzo pasado se pudo apreciar un espectacular eclipse de luna desde todo el territorio nacional y, por supuesto, desde el puerto de Tocopilla. A esa hora, nuestro satélite natural ya eclipsado se posó sobre el cielo, espectáculo que fue visto por cientos de entusiastas, muchos de los cuales se acercaron hasta los sectores más altos de la ciudad para poder contemplarlo con mayor nitidez.
Este fenómeno se da cuando la Tierra se interpone entre la luna y el sol, interrumpiendo el flujo de luz que se irradia desde el sol hasta nuestro satélite natural.
Pese a su belleza, los eclipses de luna resultan infrecuentes debido a que, en general, la luna se ubica por encima o por debajo del plano de la órbita terrestre.
Durante este eclipse total, la luz del sol llega a la luna refractada a través de la atmósfera terrestre, bañándola en una extraña luz anaranjada.
La imagen que acompaña esta nota fue captada por nuestro periódico desde el centro de la ciudad y es posible apreciar la luna con cerca de la mitad de su superficie eclipsada.
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